Como si la corrupción no bastara para poner patas para arriba al Paraguay, Marito procedió esta semana a realizar varios cambios en el gabinete que, en definitiva, se tratan de simples enroques de posicionamiento que en nada cambiarán el desastre del país.
Cuando parecía que el país transitaba por la senda de la inoperancia y la corrupción sistemática en la función pública, especialmente por la vía de licitaciones amañadas, el gobierno sorprende a la ciudadanía con varios cambios en el gabinete nacional que, de golpe, generan repudio y malestar generalizados.
“Marito nunca acertó con el nombramiento de sus ministros, y el fracaso se extendió durante todo este tiempo a presidentes de organismos ejecutivos, con resultados que están a la vista e instituciones ausentes a la hora del servicio público pero presentes con denuncias de ineficiencia y corrupción en su contra divulgadas puntualmente por la prensa”, opina este sábado en la red social el indignado Mario Agustín Perdomo.
En el mismo sentido que el posteo de este ciudadano, millares de paraguayos manifiestan su contrariedad por los “nuevos cambios” que, en la práctica, no cambian nada porque se trata de las mismas autoridades inútiles protagonizando un enroque político inentendible, ilógico y cuestionable, desde el momento que ninguno de ellos cuenta con méritos para desempeñarse en sus nuevos cargos.
La situación declarada con los nuevos nombramientos (para peor, en cargos estratégicos) expone a la luz del día la improvisación del presidente de la República en asuntos clave del Paraguay, ante el silencio de la oposición y de sectores puntualmente críticos como la Iglesia.
De un plumazo, Marito procedió esta semana a cambiar de zoquetes al ministro Euclides Acevedo, que pasó de Interior a Relaciones Exteriores; Arnaldo Giuzzio trasladó su oficina de mando de Senad a Interior, y en el considerado “cambio de la vergüenza”, el canciller Federico González fue nombrado nada menos que director general paraguayo de Itaipú, sin contar para nada su antecedente de traidor y antipatriota por su protagonismo en el acta entreguista con el Brasil.
“Nada va a cambiar con estos carruajes políticos”, posteó Analía Fretes, refiriéndose al perfil de los beneficiados con los nuevos zoquetes.
“Pobre Paraguay, manoseado y pervertido impunemente. Despertemos gente y cambiemos al presidente antes de que le deje totalmente en la ruina a nuestro país”, expresó Juan José Villamayor.