Foto de Dahiana dada a conocer por el Ministerio Público que, transcurridos 4 meses de la desaparición, no aporta elementos para localizar a la joven madre quien, según los datos, habría sido eliminada por su violenta pareja.
Luego de 4 meses de la desaparición de Dahiana Espinoza de la residencia familiar de la ciudad de J. Augusto Saldívar, en el Gran Asunción, el Ministerio Público y la Policía, lejos de aportar respuesta al reclamo generalizado de familiares y vecinos de la víctima, siguen exponiendo conjeturas sin sustento científico ni lógico, que apuntarían a presentar placebo antes que solución al caso.
Lo poco que se sabe a ciencia cierta de la joven de 21 años es que realizaba tareas domésticas y changas en la jurisdicción para el sostenimiento de su niña de 3 años, debido a la falta del deber de cuidado del padre de la menor, Joel Guzmán, quien guarda reclusión en Tacumbú como principal sospechoso de la desaparición de su pareja.
Guzmán arrastra una denuncia por violencia doméstica, y a pesar de declarar inocencia acumula evidencias que llevan a sindicarle como culpable del caso, en calidad de autor, coinciden en expresar los agentes policiales encargados de la investigación.
Durante todo este tiempo se han realizado decenas de intervenciones en busca de Dahiana, todas con resultado negativo.
“Las evidencias apuntan a que la mujer habría sido asesinada y su cuerpo destruido, por eso no podemos localizarlo”, afirmó en su momento un investigador, luego de ser recriminado por familiares de la víctima acerca del nulo resultado del trabajo investigativo.
Bomberos Voluntarios de J. Augusto Saldívar también sumaron su grano de arena para tratar de localizar a Dahiana en un pozo profundo de la vivienda familiar, donde se cree que habría sido lanzada en circunstancias que se investigan.
“Se trata de un caso complejo, con muchos interrogantes, que estamos tratando de descifrar”, respondió lacónica la fiscala del caso, Daisy Sánchez, luego de ser abordada por periodistas, pero transcurrido el tiempo la situación se mantiene sin cambios, aunque con muchos rumores, chismes y habladurías que no aportan respuesta sino contaminan aún más la controvertida causa.