Parte de la muchedumbre congregada espontáneamente en el entorno del Congreso Nacional, escenario de rebeldía histórica del pueblo, en este caso harto de la corrupción y la ineficiencia del gobierno de Abdo Benítez.

La mejor respuesta al que acudió el presidente de la República este viernes para acallar la voz espontánea del pueblo enardecido que se congregó en el microcentro de Asunción para protestar contra los robos y la indignante ineficiencia del gobierno para solucionar los graves problemas nacionales fue la represión.

Al mejor estilo stronista, hordas policiales munidas de armas largas y carros hidrantes aparecieron de improviso de entre las sombras y atacaron sin consideración a los manifestantes, entre ellos muchas familias que, junto con sus hijos, acudieron a expresar de forma pacífica su descontento contra el desastre de gestión gubernativa.

De acuerdo a los datos, unas 3.000 personas acudieron a la autoconvocatoria ciudadana, entre ellas asociaciones y gremios de trabajadores, maestros, empleados y obreros que hicieron causa común con el eslogan de la marcha, presentada con el hashtag *EstoyparaelMarzo2021, y que cosechó la aceptación masiva de la gente, harta de los abusos del gobierno, de los robos, la discriminación y la enorme ineptitud, sumado a la baja calidad de los detentadores del poder público, la mayoría de ellos involucrados en negros negociados, tráfico de influencia, reparto generoso y abierto de privilegios, en medio de la absoluta impunidad.

A más de la represión, el gobierno no ha dado señales de reacción la noche de este viernes, manteniendo el silencio en medio de la exigencia de respuestas de parte de enardecidos manifestantes que auguran más días de furia, hasta la renuncia o juicio político del presidente Abdo Benítez, a quien coinciden en calificar de “patrón del mal” del Paraguay.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *