Indignados de Encarnación vuelcan su contrariedad contra el gobierno de Marito, como lo hicieron también manifestantes en Villarrica y Ciudad del Este, donde se apresta una caravana para caer sobre Asunción y forzar la salida del presidente y vicepresidente de la República.
Los sentimientos de pesar por el desastre en que se encuentra el Paraguay en todos los órdenes de su vida institucional ha precipitado la reacción de indignados del interior del país, quienes hacen causa común con sus pares de la capital para levantarse en rebeldía contra el gobierno del presidente Mario Abdo Benítez, a quien coinciden generalizadamente en calificar de totalmente inepto, incompetente e incapaz de manejar los destinos de la nación, sumado a su perfil hartamente corrupto, en medio de la impunidad extendida con un Ministerio Público existente solo en los papeles y el presupuesto nacional.
“No tenemos medios para trasladarnos a la capital, pero desde el lugar donde estamos queremos hacer escuchar nuestros gritos de dolor por este Paraguay gravemente enfermo que no puede levantar cabeza por culpa de autoridades inútiles, concentrados más bien en robar y generar recursos espurios antes que cumplir con sus compromisos de autoridades para lo cual les pagamos todos”, disparó el indignado de Encarnación, Luis Alberto Silva Alfonso.
En la capital de la sureña Itapúa la ciudadanía harta del gobierno se ha autoconvocado para manifestarse pacíficamente frente a instituciones públicas y a la mansión del gobernador Juan Schmalko, a quien tildan igualmente de corrupto e inoperante como su correligionario Marito.
Movilizaciones similares se realizaron en las principales capitales departamentales, como Ciudad del Este, donde los indignados amenazan con volcarse masivamente a Asunción para hacer escuchar sus reclamos contra el gobierno y exigir la renuncia o destitución, vía juicio político, del presidente Abdo Benítez y también del vicepresidente Hugo Velázquez, a quien acusan de ser responsable solidario del desastre nacional.