«Afuera Marito, vendepatria», se lee en un cartel expuesto por una migrante compatriota frente a la embajada de Paraguay en Buenos Aires, Argentina. «Con él también se tienen que ir nuestros embajadores y cónsules», vociferaron.

“Marito no debe estar un día más en el poder. Ha demostrado en todo este tiempo que es un presidente inútil, carente de sensibilidad y sentido político para ordenar un país chico e inmensamente rico en recursos”, señaló el migrante compatriota Ricardo Paniagua frente a la legación diplomática guaraní en la coqueta avenida Las Heras de Buenos Aires, Argentina.

En ese lugar se congregan puntualmente connacionales indignados con el desastre que experimente el Paraguay debido a la incapacidad de gestión del presidente de la República y la enorme corrupción que, según observaron, se mantiene en casi todas las reparticiones públicas de los tres poderes del Estado.

“Sabemos acá que no solo en el Poder Ejecutivo, sino en el Legislativo y Judicial se hace vito con los recursos del Estado, y la prueba más palpable es la situación en que se encuentra nuestro querido país, doblegado por hordas de saqueadores que no se cansan de lucrar a costillas de la ciudadanía, y lo peor de todo, nada hacen para cumplir mediamente la responsabilidad de sus cargos”, vociferó Paniagua a través de un altavoz.

“¡Fuera Marito, corrupto, ladrón!”, gritaban mientras tanto los connacionales agrupados pacíficamente en el entorno del recinto diplomático, que permaneció herméticamente cerrado por motivos de seguridad, aunque “a nadie extraña que esta oficina que la pagamos todos esté permanente cerrada porque nuestros diplomáticos, embajador, cónsul y funcionarios en general, no se caracterizan precisamente por trabajar sino por dedicarse a la vida social con los millones que les pagamos a cambio de nada”, disparó por su parte la compatriota Analía Casco.

“Con Marito también se tienen que ir nuestros embajadores y cónsules en el exterior, la mayoría de ellos políticos semi analfabetos, parientes o amigos de los poderosos, que no tienen la mínima idea de lo que significa servicio diplomático”, recalcó Casco.

“Casi todos los que estamos acá hemos salido de nuestro país en busca de mejor vida, mejores horizontes, porque allá nos moríamos en la miseria, con las puertas cerradas de la función pública porque no teníamos padrinos y tampoco apellidos”, apuntó la indignada, en representación de sus pares presentes en la manifestación.

«Por las buenas o por las malas», el gobierno de Abdo Benítez debe irse, coincidieron en afirmar los indignados.

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