El panorama eleccionario se presenta incierto en cuanto a resultados, teniendo en cuenta las limitaciones por la pandemia y, especialmente, el nulo interés de la gente por ir a votar debido a la decepción generalizada contra los políticos.

¿Cómo ser harán las elecciones municipales con todo este desastre de la pandemia?

¿La Justicia Electoral tendrá los recursos necesarios, integrantes de mesa y toda la logística que mueven unas elecciones, más aún en un momento terrible donde más que nunca procede la prohibición de aglomerarse?

¿Habrá participación ciudadana, especialmente de los votantes imparciales, ante semejante escenario?

¿Están preparadas las autoridades para hacer frente a eventuales riesgos de contagio de covid en locales electivos?

Estas, y tantas otras preguntas, se hace el ciudadano desde el momento que se dio a conocer la realización del calendario electoral para las elecciones municipales, en medio de señales de desaprobación, por un lado, y también de respeto a las determinaciones del Tribunal Superior de Justicia Electoral, la autoridad de referencia que había suspendido el proceso electivo en el 2020 a causa de la pandemia, pero ahora no ve obstáculo alguno, según se informó.

El presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR), Pedro Alliana, anunció en su sitio social la realización de las elecciones de acuerdo al calendario de la Justicia Electoral, tal como lo hicieron en su momento referentes de los demás partidos políticos.

Las internas partidarias serán el próximo 20 de junio, y las elecciones municipales se harán el 10 de octubre, determinó el tribunal electoral, en medio de grandes expectativas sobre el éxito de la convocatoria y, especialmente, los resultados.

Las elecciones sorprenderán al coloradismo en el poder en su peor momento político debido al desastre de gestión gubernativa del presidente Mario Abdo Benítez, afiliado a la ANR, quien no ha bajado siquiera un punto en el índice de percepción ciudadana acerca de su pésima calidad de gobernante.

Lo que preocupa a la clase política es qué, o cómo, hará para atraer el interés ciudadano en las elecciones, a sabiendas de que la gente está concentrada en otros asuntos, especialmente el desastre generado por el covid, y tempranamente rechaza cualquier evento que no tenga relación con la pandemia.

“Les preocupa cómo colectar hurreros y arrear a los pobres que venden sus votos y se dejan trasladar en camiones como si fueran animales, tal como ocurre en el interior, donde los votos valen oro, especialmente en lugares donde circula plata sucia”, opinó en su sitio social el indignado Cristóbal Lezcano.

La mayoría de los municipios del país está a cargo de intendentes colorados, muchos de ellos con frondosos antecedentes de tragadas e impunidad.

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