Escenario repetido durante todos estos años de gobierno, donde la mafia sigue haciendo su agosto ante el relajo de las instituciones de investigación y control del crimen organizado. Marito se va, pero los negociados gozan de buena salud.
La droga adictiva es sinónimo de muerte, pero esta amenaza vital para la sociedad no ha sido tenida en cuenta durante los años de gobierno de Mario Abdo Benítez, quien según la estadística internacional ha batido récords en volumen de “exportación” de cocaína con la terrible cifra de 47 toneladas hasta el momento, de los cuales el 90 por ciento fueron descubiertos e incautados en el exterior, como muestra del relajo de control de la Senad o, en su caso, el poder de acción de la mafia para torcer voluntades e idiotizar las leyes nacionales en la materia.
La carga de 1.600 kilos de cocaína caída estos días en el puerto de Pilar es apenas un peldaño del eslabón de tráfico que, cada tanto, sorprende a la población con su alijo de muerte dispuesta a teñir de blanco los mercados y generar con ella millones de dólares de ingresos espurios para el crimen organizado, en este caso piezas selectas de la asociación privada-pública.
De hecho, Marito pasará a la historia del Paraguay como el presidente que dejó traficar la mayor cantidad de droga hacia mercados del exterior, un “palmarés” que debería llenarlo de vergüenza, pero el mismo, antes que procurar hacer mejor su trabajo por el bien del país, se ha empeñado en todo este tiempo a recorrer países del orbe para declararse campeón en la lucha contra el crimen organizado, cuando la realidad es totalmente diferente.
Marito tuvo la osadía de mentirle al propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, diciéndole que este gobierno realiza un esfuerzo denodado en la lucha contra las organizaciones criminales, pasando por alto las toneladas de cocaína “made in Paraguay” decomisadas en puertos extranjeros, la inseguridad de cada día que mantiene arrodillada al país, y más últimamente la acusación de estar ligado al terrorismo internacional, publicado por un diario israelí de prolífico conocimiento sobre temas ligados a organizaciones fundamentalistas.
Una investigación del diario La Nación revela que solo desde el 2020, hasta la fecha, organismos de investigación y control de gobiernos extranjeros se incautaron de 47.538 kilos de cocaína procedentes de Paraguay, que según los datos vulneraron olímpicamente los controles de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Dirección Nacional de Aduanas (DNA) y Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), todas ellas manejadas por adherentes políticos de Marito.
Nada de esto, sin embargo, ha merecido la reflexión del gobierno de Marito, quien a solo cuatro meses de dejar el poder continúa con su saga interminable de corrupción a gran escala, cuyos detalles apenas salen a la luz pública debido a que los medios paraguayos se han plegado a la cruzada oficialista por la impunidad en busca del ansiado continuismo para seguir con los negociados feroces, las licitaciones amañadas y el festín de brocha gorda a costa del pueblo paraguayo, sometido a la pobreza, humillaciones y maltratos degradantes en su derecho a disfrutar de una vida digna.