«Cadáveres políticos» oficialistas aparecen con la boca tapada en pandemia, lapso en el cual su jefe Marito hizo sus más grandes golpes contra la plata pública. El electorado ganador pide que no haya ni olvido ni perdón con estos pregoneros del odio.
“Ni olvido ni perdón” con los pregoneros del odio que durante todo el gobierno actual se encargaron de satanizar a los cartistas privándoles de cargos en el Estado para repartirlos a la oposición y la zurda pide a gritos el electorado de Honor Colorado, cuando aún no se enfriaron las urnas que en elecciones ejemplares se encargaron de propinar una rotunda bofetada al oficialismo abdista.
“Qué fácil, nos humillaron como parias durante estos cuatro años y pico, y ahora resulta que debemos abrazarles a esos colorados que con nuestros votos ligaron grandes zoquetes y, antes que agradeceros, nos trataron como escorias humanas solo por pensar diferente, aunque estemos supuestamente bajo la misma bandera del Partido Colorado”, opinó Ángel Ramón Olmedo Ramos.
El indignado explicó que una profesional economista fue tirada al freezer ni bien Marito subió en el poder, por su condición de “hija de cartista”, y que durante todo este tiempo la joven no recibió ni un aumento de salario ni fue promovida como sus demás compañeros oficialistas, a pesar de su buen desempeño como funcionaria y una foja de servicio impecable.
“Hay lugares donde los abdistas atropellaron y se instalaron como bárbaros luego de ganar las elecciones del 2018, sin importarles leyes ni ordenamientos jurídicos sobre la función pública. ¿A estos pide ahora la nueva dirigencia que les perdonemos y les abracemos? ¿Sería justo humillarnos hasta ese extremo, cuando lo que deberíamos hacer es hacerles probar su propia medicina?”, posteó Adalberto Mongelós.
“No solo a estos políticos deberíamos pasarles la factura, sino a los medios de prensa que se prestaron gustosos a propalar el odio entre colorados a través de calumnias tenebrosas, sin importarles el rigor de los datos cruzados y la obligación de documentar cualquier acusación o sospecha. Tenemos casos donde los periodistas hacían el papel de ministros de la Corte, jueces, fiscales y policías al mismo tiempo, y solo faltaba que oficiaran de guardiacárceles para trasladar personalmente a sus víctimas a prisión. Este tipo de libertinaje de prensa no debe quedar impune en nuestro próximo gobierno”, disparó el indignado.
Los tres más grandes holdings de prensa son acusados de direccionar arteramente su retórica profesional a cambio de jugosas licitaciones y, especialmente, impunidad para sus dueños, todos ellos con graves cargos o acusaciones en perjuicio de las arcas del Estado.
“Habrán visto cómo (los medios) se volvían locos por manipular el nombre de los ternados para fiscal general del Estado, a sabiendas de que, ante el menor atisbo de justicia, propietarios y encargados tendrán mucho que declarar sobre un rosario de delitos, asociación criminal y otros casos que son de conocimiento público, entre ellos los asociados al contrabando feroz y el lavado de dinero”, publicó otra fuente captada por el diario La Mira.