Efraín comienza a dar manotazos de ahogado después de su demoledora derrota el domingo. Ahora piden en coro su cabeza y que desaparezca del PLRA antes de que su figura termine por borrar al partido como fuerza electoral.

A medida que se entibian los momentos candentes de las elecciones del pasado domingo en Paraguay surgen reacciones naturales espontáneas de ganadores y perdedores, en este caso de afiliados al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) que, como cabeza de la Concertación, ha cosechado un caudal de votos muy bajo tras lo cual dedos acusadores apuntan al principal culpable, el ahora expresidenciable Efraín Alegre.

En intensidad parecida a los exabruptos y disparos verbales de grueso calibre con que esos mismos líderes azules se dirigieron a Santi Peña y al cartismo en general, ahora cambiaron de chip y dirigieron sus dardos venenosos hacia la figura de Efraín, quien alegremente esquiva el bulto y, luego de que se quedara sin argumentos después de su tercera gran caída política, prefiere llamarse al silencio que nunca figuró en su agenda de odio, confrontamiento y división.

En medio de la tormenta política generada por el revés eleccionario, legisladores de la bancada liberal en Diputados salen este jueves a expresar su malestar por la campaña desastrosa emprendida por su líder, en una posición tangencialmente opuesta a la asumida durante todo el tiempo electoral, cuando unidos en una causa y dialéctica común destilaron veneno contra el oponente principal y todos quienes de alguna manera sean tachados por ellos de “cartistas”.

“Esta derrota catastrófica se venía venir”, afirma a la prensa este martes el diputado Carlos Silva, tras culpar de los resultados a la “miserable conducción política” del directorio azul capitaneado por Alegre, a quien critica también su egoísmo patológico y apego enfermizo al poder sin dar oportunidad a nadie más, en una práctica acostumbrada con perfil dictatorial que cosecha ahora otra gran derrota.

En términos parecidos se dirigen a Alegre miles de afiliados a su partido, coincidiendo todos en la urgente necesidad de cambiar rumbos con otro candidato que presente un perfil adaptado al ideario del Partido Liberal, que hoy día se convirtió en un zoco árabe donde cabe todo tipo de indeseables, degenerados, invasores de tierra, y encima doblegado al poder extranjero sin decir una palabra sobre la grosera injerencia estadounidense en los asuntos internos del país.

“Como colorado, me opongo rotundamente a la salida de Efraín; es más, quiero que vuelva a ser candidato en las próximas elecciones presidenciales porque de esa manera ya no tendremos necesidad de hacer proselitismo porque él volverá a caer otras mil veces por su propio peso”, comenta en su red social el republicano Anastasio Olmedo.

Derlis Ocariz opina que no solo Efraín debe irse del PLRA sino otros escombros políticos liberales que restan antes que sumar, como Paková Ledesma, Luis Abdón Saguier, el exministro acusado de vaciar el MAG, Luis Alberto Wagner.

La exdiputada y electa senadora Celeste Amarilla recibió también incontables dosis de diatribas y descalificaciones tras ser tratada de indecente escatológica, soez, ordinaria y cuasi analfabeta que, según las opiniones, pueden ayudar a la desaparición del PLRA como fuerza política electoral.

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