La estrella de los medios cobró relevancia este miércoles luego de ser destituida en un juicio calificado por la alianza mediática amiga como «golpe de Estado» y otras acusaciones de la agenda opositora.

Holdings mediáticos del Paraguay dejan escapar alaridos de protesta similares a los practicados durante la campaña electoral del año pasado para salir en defensa de Kattya González, echada del Congreso Nacional por denuncias de corrupción y delitos penales, según el libelo acusatorio presentado irónicamente por un opositor.

Términos como “golpe”, “dictadura”, “autoritarismo” y “mafia” copan este jueves los títulos en destaque sensacionalista de conocidos medios alineados al anterior gobierno de Mario Abdo Benítez, donde guardaron silencio ante la corrupción a cambio de millonarias ganancias en publicidad estatal, licitaciones dirigidas y, esencialmente, impunidad ante graves indicios de delitos de algunos dueños de los principales medios.

De acuerdo a la alianza opositora, en la cual la Kattya se desempeñaba como vocero estrella, el juicio político a la que fue sometida la senadora de partido Encuentro Nacional fue simplemente la “crónica de una muerte anunciada”, en referencia al conocido libro del escritor colombiano Gabriel García Márquez.

“No se cumplieron exigencias ineludibles en un proceso de semejante envergadura donde estaba en juego el cargo de una senadora con más de 100.000 votos en las pasadas elecciones”, señala uno de los artículos de prensa que coincide con la retórica de la oposición expuesta en la sesión extraordinaria del miércoles, cuando la acusada no atinó a defensa alguna sino se dedicó a lanzar amenazas y realizar denuncias gravísimas sin aportar ni una sola prueba, a pesar de su condición de abogada.

Hablaron incluso del desembarco del “neo-stronismo” en Paraguay, en clara alusión a remilgos de la dictadura de Alfredo Stroessner que utiliza la fuerza y el dinero para cooptar voluntades e imponer la agenda de gobierno.

La oposición paraguaya, en alianza con el mismo abdismo, la embajada americana y los grandes holdings mediáticos, llevaron a la práctica el año pasado una de las campañas electoralistas más perversas de que tenga memoria el Paraguay, con la finalidad de adherir a este país a la agenda globalista como paso inicial para la instalación de la ideología de género y la destrucción de la familia, entre otros puntos considerados extendidamente como perversos, malignos, violentos y tangencialmente opuestos a la cultura cristiana practicada por el pueblo paraguayo.

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