Con un formidable telón mediático a sus pies, Kattya presenta documentos contra la entonces fiscal general Sandra Quiñónez, a quien acusó de «peste», «bandida» y otros descalificativos que nunca motivaron el interés de la OEA sobre la violencia de género.
En una supina muestra de discriminación con claros intereses creados de la Organización de Estados Americanos (OEA), este organismo siempre polémico metido con organizaciones y corporaciones aliadas con el globalismo global y la ideología de género dio a conocer un comunicado ni bien la entonces senadora Kattya González era echada del Congreso Nacional del Paraguay al no poder rebatir con documentos, sino con artillería verbal, graves acusaciones de corrupción y delitos penales en el ejercicio del cargo.
Según una publicación divulgada este jueves por un medio al servicio de la alianza opositora y el abdismo, la organización denominada “Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer”, dependiente de la OEA, alegó sentirse “preocupada” por la suerte de la Kattya a quien se refirió como víctima de “violencia política de género” tras el escándalo internacional que derivó en su destitución.
El Mecanismo de Seguimiento en mención señaló que la Kattya ha venido siendo víctima de repetidos actos de ataques y acoso, sin dar detalles, y cuidándose de referirse explícitamente al enemigo cartista de la polémica referente de la oposición y estrella rutilante de la prensa amiga del Paraguay.
El Mecanismo de la OEA es conocido también como Convención de Belém do Pará y entre sus objetivos figuran las de definir la violencia contra las mujeres, establecer el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia y destacar a la violencia como una violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.
Propone la lucha contra el “fenómeno” de la violencia contra la integridad física, sexual y psicológica de la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado, y su reivindicación dentro de la sociedad.
En la particular óptica de la OEA, Kattya ha sido víctima de amenazas, intimidación y difamación en su condición de mujer con el objetivo de que sean anulados sus derechos políticos, patentizados en este caso por el juicio político que la sacó del cargo.
El Mecanismo de la OEA en cuestión no se ha expedido en ningún plano ni concepto sobre las graves denuncias que pesan sobre Kattya González, entre ellas el tráfico de influencia y la producción y uso de documentos de contenido falso en beneficio de acomodados al servicio de la controversial y conflictiva referente de la oposición presentada en sociedad como ejemplo de autoridad legislativa.
No se tiene conocimiento de que tal “Mecanismo” de la OEA haya salido en algún momento en defensa de la dignidad y derechos de la ex fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez, quien en un tramo de electoralismo político en la época de Marito fue tratada como “peste nauseabunda”, “puerca”, “vendida”, “bandida” y otros epítetos de grueso calibre por la entonces senadora Kattya González, quien se arrogaba el derecho de atacar, infamar, difamar, calumniar, zaherir, disparar y sepultar a cuantos se le opusieran en su andar, en medio de la absoluta impunidad, con el apoyo de holdings mediáticos amigos.