El titular de la Junta arroyense, rodeado por dignos pobladores que se pusieron el desafío al hombro y acudieron al Mades a pedir explicaciones y solicitar que anule su inconsulta aprobación del inmundo vertedero en las narices de la gente y del medio ambiente 100% natural.
Alentados por una señal positiva que podría ser el principio del final de dolores, consistente en la suspensión de obras, ciudadanos unidos de la ciudad de Arroyos y Esteros encabezados por el presidente de la Junta Municipal, Edgar Ovelar, se apersonaron en el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) para solicitar la reconsideración de la Declaración N° 711-2023 que aprueba el estudio de impacto ambiental para un proyecto de vertedero a pocos kilómetros de la zona urbana, en un área 100 por ciento saludable con población en el entorno que a la larga podría ocasionar envenenamientos y contaminación de la valiosa reserva natural de la zona.
De acuerdo a los datos, el inmundo basural recibiría desperdicios orgánicos y otros tipos de desechos provenientes de las 20 ciudades del Departamento de Cordillera, lo que da la pauta de la enorme cantidad de material de descarte que deberá soportar el lugar, con todo el peligro que constituye este tipo de negocio para las poblaciones de Mainumby y Coronillo, donde residen centenares de familias con niños vulnerables a cualquier alteración del medio ambiente.
En la zona autorizada por el Mades para la construcción del vertedero, que hoy está parado, funcionan casas comerciales, iglesia con actividades religiosas para toda la familia, instituciones educativas y áreas de recreación, entre otros sitios con visita permanente de personas que corren el serio riesgo de perder su fuente y calidad de vida debido al rechazado proyecto que ha sido aprobado entre cuatro paredes por el intendente José Filippi Vera y el millonario propietario de la empresa CH4, Blas Lanzoni.
Filippi Vera es considerado “persona no grata” en Arroyos y Esteros porque en todo momento le ha dado las espaldas al reclamo generalizado de que el basural sea trasladado a otro lugar distante de zonas poblacionales y reservas naturales.
A poca distancia del vertedero que comenzó a construirse silenciosamente y a palpable velocidad discurren apacibles el hermoso río Piribebuy, arroyos y lagunas que sirven de saludable esparcimiento a familias del lugar y de otros sitios del país atraídos por la exuberancia natural.
“Todo esto será solo recuerdo si prospera el proyecto tan inmundo como el basural”, vociferó un arroyense, en consonancia con la población que se ha levantado en rebeldía contra las instancias que articularon el pérfido proyecto, una de ellas el propio Mades.
El concejal Ovelar informó a La Mira que en su visita al Mades pidieron también copia de los antecedentes documentales de los inmuebles ofertados en su momento por esa instancia legislativa comunal para la construcción del vertedero, pero fueron objeto de rechazo por motivos que se desconocen.
“Seguramente algunos buenos millones de guaraníes fueron más motivantes para hacer prevalecer el negociado por encima de los derechos a la salud, bienestar y vida digna de los miles de habitantes de Arroyos y Esteros y su extensa zona aledaña”, disparó otro indignado abordado por este diario.
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