Costosos agentes pagados por el pueblo revisan en vano un campamento de macoñeros que, por acción u omisión de la Senad, pierden su producción pero no son detenidos y continúan libres para seguir produciendo drogas de forma extendida.
Dos campamentos ocultos en una zona boscosa de un establecimiento rural oficiaban de depósitos de marihuana a punto de cosecha en una extensión de 6 hectáreas, informaron agentes de Senad que participaron de un operativo antinarcótico en la zona de Bella Vista Norte, Departamento de Amambay.
El total de macoña descubierta y destruida en el mismo procedimiento alcanza 12 toneladas, añade el informe.
El área manejada por traficantes de frontera fue localizada por medio de recorridos de vigilancia.
Según los datos, en la maniobra operativa los agentes descubrieron una propiedad dominada por el verde de la vegetación criolla circundante y un verde claro propio de las hojas de marihuana que asemejan a las hojas de la mandioca, que se encontraban en etapa de cosecha y otra en etapa de crecimiento.
Los trabajos incluyeron el derribo de 2 campamentos para el procesamiento de la droga y la erradicación de toda la superficie plantada.
Durante el operativo, encabezado por el fiscal Celso Morales, se obtuvieron más informaciones para la ejecución de otras acciones con el mismo objetivo basadas en la identificación de zonas funcionales al narcotráfico, agrega el informe oficial de la Senad.
Sin embargo, como se ha vuelto “normal”, la secretaría nacional antinarcótica no informa ni hace alusión implícita a la existencia de detenidos durante este procedimiento, de lo cual se podría deducir que, una vez más, el costoso operativo con agentes profesionales armados con equipos de primer mundo más logística adecuada y gastos de movilización, entre tantos otros pagados por los contribuyentes, tiene solo un objetivo histriónico porque en la práctica el trabajo apenas se limitó a “matar el perro, pero no la rabia”.