Marito en un perfil poco habitual, acostumbrado como estaba a vivir relajado y sonriente ahupado por los mismos medios que ahora están en remojo ante posibles imputaciones por injuria, calumnia, infamia y otro rosario de delitos en la campaña pasada.
Era una posibilidad abierta desde el momento que comenzaron a subvertir el far play o juego limpio electoral, pero la falsa convicción de inmunidad e impunidad ha marcado una impronta de “imponderables” que puede acabar alojando a muchos actores en la cárcel.
Se trata del juego sucio diagramado y puesto en marcha por medios aliados al abdismo y la oposición, todos ellos hermanados electoralmente durante la campaña electoral para las elecciones generales del 2023.
Entonces, y también ahora, los amigos pusieron en marcha un infame proceso de crueles e inmisericordes ataques contra el movimiento Honor Colorado que, por entonces, corría una carrera aparte por la presidencia de la República y cargos relevantes en el ejecutivo nacional y departamental.
La dignidad, autoestima y respetabilidad de instituciones, familias y personas en particular fueron rifados de manera sanguinaria por los aliados, quienes tiraron a la basura cualquier pedido de rectificación, aclaración o siquiera un atisbo de defensa de las víctimas, muchas de ellas colocadas en el paredón de la vergüenza solo por pensar distinto.
De esta manera, hombres y mujeres de la prensa al servicio de patrones voraces se volcaron en una competencia cruel y despiadada de descalificaciones con contenidos escatológicos y acusaciones donde lo que menos importaban eran los rigores de la objetividad basados en pruebas o documentos entre otras condiciones otrora rígidas que en esta ocasión pasaron a ser detalle menor.
El objetivo a lograr era tan comprometedor que no asumía ningún tipo de límite.
Intelectualoides al servicio del amigo se prestaron gustosos a la cacería humana, cada quien exponiendo su discrecional y libertino “presente” en favor del esquema aliado, ante el aplauso de una impúdica platea que sumaba su aporte con declamaciones excrementicias dignas de espíritus inmundos o gente sin alma.
El libreto no salió como se pensaba y, del día a la noche, se vino la debacle abdo-opositora-mediática, que ahora deberá rendir cuentas ante la justicia por presuntos delitos cometidos en la vorágine electoral.
Mientras el Ministerio Público se toma su tiempo acomodándose frente a la carpeta de denuncia con abundantes elementos de prueba, conocidos referentes mediáticos lanzan alaridos divagantes en los cuatro puntos cardinales ante la inminencia de que la imputación también les llegará a ellos, esos que detrás de micrófonos y teclados se encargaron de alimentar el morbo, odio, división y desprecio entre paraguayos para defender los intereses de sus patrones que, por su lado, se embarcaban alegres en una campaña aparte para surtir hasta rebosar sus cuentas corrientes con licitaciones dirigidas y otro cúmulo de negociados con el gobierno del amigo Marito.
De acuerdo a los datos, uno solo de esos holdings aliados logró «ganar» nada menos que 165 licitaciones públicas multimillonarias, 42 de ellas en forma de adjudicación directa, posiblemente por intervención de Marito, quien también habría ordenado impunidad para algunos dueños de medios comprometidos documentadamente en lavado de dinero y contrabando a gran escala.