Chat falsificado presentado por internautas como «prueba» de que las conversaciones entre el abogado de Cartes y fiscales que imputaron a Marito y exministros pudieron haber sido fraguados arteramente como parte de la guerra electoral propiciada por los perdedores de las pasadas elecciones.
El observatorio ciudadano crítico saca juicios de valor con respecto a la guerra mediática y política que se ha desatado en el ambiente nacional luego de que saltaran a la luz pública controvertidos mensajes supuestamente realizados entre el abogado del expresidente Horacio Cartes y fiscales que pidieron la imputación de Marito y exministros involucrados con documentos en la filtración de documentos reservados, secretos, confidenciales o clasificados de “enemigos políticos” a sectores mediáticos igualmente metidos hasta la médula en electoralismo en favor de la oposición aliada contra el cartismo.
“Los chats son realmente comprometedores y ameritan una profunda investigación del Ministerio Público para que la gente tenga conocimiento, con documentos, de la verdad del asunto, que pone en juego una vez más la credibilidad en las instituciones de justicia”, señala en su sitio virtual José Antonio Lesme, en consonancia con cientos de indignados que opinan en el mismo sentido.
“Esos chats pueden ser fácilmente falsificados”, opina por su parte Amalio Cardozo, tras divulgar una muestra de lo que el mismo considera “prueba” de cómo es posible “inventar” una conversación o divulgar imágenes con un poco de creatividad a través de la tecnología.
“Mientras no se investigue a fondo la naturaleza de los chateos entre el abogado y los fiscales, la verdad estará en falta”, postea Antoliano Costa, tras mencionar que la ciudadanía está confundida con las versiones encontradas sobre el tema, más aún teniendo en cuenta los grandes intereses políticos en juego.
De acuerdo a los chats presentados por la alianza opositora y mediática de “pruebas contundentes” del sometimiento de la justicia al dinero de Cartes, los fiscales Aldo Cantero y Giovanni Grisetti violentaron sus responsabilidades al ponerse al servicio del cartismo con el objetivo de justificar la imputación de Marito y exministros.
Los altos jerarcas abdistas imputados, considerados en varios casos como “amigos” de los medios y socios en negociados, especialmente en licitaciones dirigidas e impunidad para algunos dueños vinculados a delitos criminales como el lavado de dinero, están ahora con las barbas en remojo, por un lado apretados por la contundencia de las pruebas que los pondrían con un pie en la cárcel, y por otro la cruzada de impunidad violenta que ponen en marcha a través de abogados chicaneros y prensa amiga.
En otro frente, la embajada americana aporta lo suyo al decirle a la justicia qué debe hacer, en otra muestra de injerencia en los asuntos internos del país, como si su aliado Marito aún estuviera en el poder.
En el plano “espiritual” sale a relucir el perfil hurrero de la Iglesia liderado por el cardenal Adalberto Martínez, que en su prédica de división hace simplemente “copia y pega” de la retórica opositora, con los mismos puntos y comas que la alianza “democrática” exterioriza a través del formidable apoyo mediático “independiente”.