Desde que subió, lo único que hizo fue seguir el libreto líbero-zurdo de críticas y exabruptos sin presentar proyectos de ley en beneficio de la gente, dicen indignados sobre la figura de Ignacio Iramain, el reemplazante de la destituida Kattya González en el Senado.
Desde que asumió el cargo en medio de un escandelete de proporciones por la expulsión de la hermana de su yerno, el senador Ignacio Iramain se destacó no por tratar de revertir el ambiente de conflicto, violencia verbal y cero producción de leyes en beneficio de la ciudadanía común, sino subió al mismo barco de inoperantes que han convertido el recinto del Congreso en un zoco árabe donde priman los intereses creados personales y sectarios antes que el interés general de la nación.
Iramain, quien se presenta como referente de la lucha contra la dictadura de Stroessner, calificó como “mujeres inspiradoras” a sus colegas contreras Esperanza Martínez, Blanca Ovelar y Celeste Amarilla, obviando dolorosamente la figura de su pariente político Kattya, calificada como campeona de la ofensa, injuria, infamia y descalificaciones de grueso calibre contra todos los que su particular neurona etiqueta como adversarios políticos, en su caso “enemigos insalvables”.
Durante el uso de palabra en sesión de Senadores, Iramain habló del famoso escritor, historiador, filósofo y abogado francés y también se refirió a Inmanuel Kant, precursor de la filosofía kantiana que quería conocer el conocimiento a través del cuestionamiento y la razón, en un aparente alardeo de intelectualidad que, en su caso, hasta ahora no le ha sido útil a su curul sino a su ego.
Tras hacer alusión a la filosofía de Voltaire, dijo que en democracia la razón suele estar en manos de la minoría y se refirió también al “autoengaño”, comenzando a direccionar sus palabras a los oponentes políticos obviando, lógicamente, al abdismo y la oposición aliados en la cruzada “contra la dictadura”.
Para justificar su crítica dirigida sin citar nombres, Iramain dijo que el autoengaño, desde el punto de vista neurocientífico, consiste en la creación de un relato que cada persona lo cree de forma subjetiva y, “como todos estamos con hipoglicemia (?) sirve para decir que tendemos a creer nuestro relato”.
Luego de la perorata, el senador fue al punto y con respecto al proyecto de modernización de la Policía Nacional, dijo que lo de modernización es lo que menos se puede apreciar, así como el proyecto Hambre Cero nada tiene de hambre cero, sin aportar explicaciones ni presentar trabajos que argumenten su contrariedad, salvo el de declarar nulo y sin valor todo lo que viniere del lado contrario, como actúan sus “inspiradoras mujeres” calificadas por el observatorio ciudadano como lenguaraces, improductivas y extendidamente ineficientes.
Iramain dijo implícitamente que los que crearon ambos proyectos “lo creen, porque el cerebro necesita el autoengaño porque tendemos a tener cero estrés para no consumir mucho oxígeno del cerebro, evitamos discusiones y controversias, cero estrés, no problema, sin preocupaciones por el país”.
Tras poner piso a tierra, el senador pariente de Kattya dijo que la tarea de la senaduría no es cuestión de crear tantas leyes ni derogarlas, “sino proponer cómo hacemos para que la gente cumpla la ley”, en un momento que ni él mismo cumple la ley porque no respeta la voluntad popular, presenta acusaciones delirantes sin apoyo de pruebas y malgasta su tiempo en tirar veneno contra el oficialismo en actitudes calcadas de sus camaradas libero-zurdos.
No perdió el tiempo para tirotear al gobierno y dijo que el oficialismo viola la Constitución, sin aportar pruebas, “y cómo los ciudadanos van a cumplir (la ley). Acá no hay respeto para acusar al colega”, recalcó (tal vez estaba hablando de él mismo, sin darse cuenta).
“Así son estos opositores, puro blablá y al final son iguales o peores que a quienes critican”, postea este viernes un indignado tras cuestionar el perfil demagogo, sofista e improductivo del senador que le reemplazó a la destituida Kattya González con quien, evidentemente, comparte los mismos vicios y defectos.