«Está todo dicho», dio a entender el legislador oficialista acerca de las manifestaciones que exigen adendas a la ley sobre Arancel Cero. «Están en otra cosa», arguyó, tras observar que les envuelven oscuros intereses extra-académicos.

“El proyecto Arancel Cero, así como Hambre Cero, están debidamente aclarados en el sentido de que benefician a todo el estudiantado de la República, por lo que no hay motivo alguno para que continúen las medidas de fuerza que, por otra parte, no lograrán cambiar nuestro parecer porque estamos seguros que hemos obrado en favor de la educación paraguaya”, afirmó el Dr. Basilio “Bachi” Núñez, presidente del Congreso Nacional.

Abordado por la prensa “independiente”, siempre latente para estirarle la lengua con el objetivo de meterle en camisa de once varas y pedir después que sea destituido vía juicio político, “Bachi” hizo alusión a objetivos extra-académicos que persiguen los universitarios de la UNA declarados en rebeldía.

“No hay duda de que están en otra cosa”, disparó el titular del Congreso tras aludir implícitamente a la manipulación de que es objeto el estudiantado para salir a la calle a protestar airadamente “contra algo que no tiene razón de ser” en referencia al “caso cerrado” de los proyectos Arancel Cero y Hambre Cero, que desde hace varias semanas son objeto de críticas de sectores descontentos especialmente provenientes de carpas opositoras y la prensa amiga.

“Evidentemente, no tienen ni idea de lo que hemos sancionado”, gatilló nuevamente el médico neurocirujano luego de abundar en detalles sobre los proyectos cuestionados y afirmar que “acá no hay vuelta atrás. No vamos a ceder solo para corresponder al capricho y al interés político ideológico de unos cuantos”.

Estás expresiones generan intercambios de municiones verbales que son tendencia abrumadora en las redes sociales, más aún desde que los medios aliados han tomado partida abierta en favor de los estudiantes, en una clara muestra de que la “persecución política” denunciada por Cartes, y que pone contra la pared a Marito y exministros, sigue tan campante.

Los universitarios de la UNA incluso han ido mucho más allá al reclamar ahora que todos los proyectos financiados por el Fonacide sean analizados por los estudiantes, quienes deberán consensuar y asegurar los financiamientos respectivos, en una decisión totalmente tangencial a la asumida durante el pasado gobierno del amigo Mario Abdo Benítez, cuando se mantuvieron ciegos, sordos y mudos a los abusos de Marito, en coincidencia con la agenda mediática imperante.

Los legisladores abdistas, que se hacen llamar «independientes», liderados por Lilian Samaniego, también enarbolan la bandera del estudiantado, en una lógica predecible que no tardó en salir a la luz pública.

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