El nuncio pisó Paraguay con el pie izquierdo, opinan indignados sobre sus desafiantes declaraciones antigubernamentales tras ponerse a ciegas del lado de rebeldes de la UNA. «Se nota que no sabe nada de los proyectos sancionados por el Congreso», disparó un posteador.

El gobierno nacional aún no se expidió oficialmente sobre la conducta posiblemente desubicada del nuevo nuncio apostólico, Vincenzo Turturro, quien, en un arranque, cuanto menos, de indiscreción con el cargo que le toca honrar como representante del Papa, defendió a capa y espada las manifestaciones colectivas de estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) sin tener en cuenta los términos y espíritu de las leyes sobre Arancel Cero y Hambre Cero sancionados por el Congreso nacional.

“Posiblemente para este fin de semana vamos a tener una respuesta”, comentó este miércoles un funcionario de alto rango de la Cancillería Nacional, la instancia donde surgió la inquietud que causó escozor en sectores oficiales, que vienen de acusar un ataque inclemente de parte de la oposición agavillada con la prensa amiga, casi en la misma magnitud y violencia que la practicada durante el electoralismo pasado en favor de la alianza anticartista.

Turturro no solo felicitó a los estudiantes por su “lucha” sino asumió implícitamente el desafío de acompañar las reivindicaciones de la UNA sobre los mencionados proyectos de gobierno, en la misma dirección del polémico cardenal Adalberto Martínez y del equipo eclesial paraguayo que siguen a pie juntillas la agenda opositora-abdista-mediática contra el gobierno de Santiago Peña.

“No fue la mejor carta de presentación de este enviado del Papa, que emitió declaraciones fuera de lugar y encima ajenas a la realidad de los proyectos que, en su momento, han sido aclarados hasta por el propio presidente de la República”, opinó en las redes sociales el indignado Iván Sartorio, en coincidencia con las críticas de centenares de ciudadanos que ponen contra la pared la “diplomacia” y respeto de Turturro a un país que le ha abierto las puertas para desarrollar su actividad pastoral que el mismo lo utiliza para despotricar contra el gobierno.

“Hay que ponerle en su lugar”, añade una ciudadana, mientras Alma Soledad Samudio postea que, en su misión de defender los intereses de los pobres, de los desposeídos y de los sufren injusticias, el nuevo nuncio “solo hizo su trabajo”.

Turturro no se ha manifestado sobre el descontento del gobierno nacional, de lo cual la ciudadanía deduce que, lejos de pedir disculpas como diplomático, se mantiene en sus cuarenta.

“De hecho, los templos católicos se han transformado por obra y gracia de la alianza opositora, el abdismo y la prensa amiga en verdaderos bastiones electorales donde ellos deciden a quién ponerle la cruz según la sacra agenda anticartista, sembrando odio y división entre los paraguayos y tirando a la basura el respeto en el disenso”, disparó Aniano Bauklock, indignado de Itapúa tras calificar a la Iglesia Católica paraguaya de “estandarte de la abominación cristiana”.

Los universitarios en rebeldía son tildados de estar manipulados por cerrar filas en favor de los proyectos de gobierno y lanzar veneno contra el Partido Colorado en el poder, callando cómplicemente desde la época de Marito los abusos en serie no solo sobre el tema Hambre Cero sino el Arancel Cero, que por entonces se mantuvo blindado a pesar del reclamo incesante de un sector del estudiantado. Por entonces, Marito disfrutaba las mieles del poder sumergido en los brazos de los amigos de la oposición agavillada y los holdings mediáticos devenidos en socios de negociados e impunidad.

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