Los pasajeros enfrentan una pelea aparte cada día con el pésimo servicio de transporte, mientras los empresarios urden maniobras para seguir recaudando en un ritual tan antiguo como impune. El gobierno de Peña debe cortar el mal de raíz y reivindicar de una vez el derecho de los pasajeros a un servicio digno. (Foto: Diario La Tribuna).

En prosecución al castigo social que significa el servicio del transporte público de pasajeros en Asunción y el área metropolitana, los empresarios vuelven a la carga en un histórico ritual de demandas que, en todos los casos, siempre han beneficiado exclusivamente a la rosca maldita, según el observatorio ciudadano que pone entre las cuerdas no solo a los “eternos chantajistas” sino al gobierno nacional por permitir el manoseo inmisericorde a una prestación fundamental e ineludible.

Los multimillonarios empresarios transportistas avisan que, durante tres días seguidos, a partir del lunes próximo, irán al paro de actividades en reclamo del pago de subsidios atrasados, que sumarían casi 100.000 millones de guaraníes, según los datos.

A más de ello, piden que se actualice el esquema de costo del servicio que, en definitiva, determina el precio del boleto que, según técnicos privados no comprometidos con la mafia del transporte, es sensiblemente superior a las variables estimadas donde el combustible ejerce presión sustantiva, seguidas del mantenimiento de las unidades que son infladas de manera exponencial y desvergonzada.

“El paro que anuncian es solo la continuación del mal servicio que vienen ofreciendo desde hace meses con las infames reguladas que perjudican a los pasajeros quienes, encima de ello, no tienen ningún tipo de representatividad en la toma de decisiones y la única opción es obedecer a ciegas los caprichos de los dueños de las empresas que actúan en consonancia con los gobiernos de turno, y el actual no es la excepción”, opina este martes un indignado a través de la red virtual.

Desde hace años, el gobierno nacional acordó con los empresarios subsidiar la diferencia entre el costo del pasaje y el monto que pagan los pasajeros, de modo a evitar el incremento del precio del boleto.

En 2023, el precio del pasaje de transporte público de pasajeros era de G. 3.400, pero la tarifa técnica del servicio era superior a G. 4.000 y G. 5.000 en los buses convencionales y diferenciales, respectivamente, según “estudios técnicos” presentados a consideración del gobierno por parte de los transportistas, quienes se niegan a exponer públicamente los resultados supuestamente obtenidos en base a cálculos reales basados en evidencias.

Sin embargo, se sabe que los costos del transporte público de pasajeros en las zonas urbana y periurbana están hechos en base a datos irreales, ficticios o inventados con el solo fin de incrementar arteramente el precio del boleto y sumar ceros a las ganancias de los millonarios empresarios. “Ustedes van a ver que en alguna parte (del “estudio técnico”) dicen que cambian los neumáticos una vez al año, lo cual es absolutamente una patraña infame que agravia aún más el perfil rapiñero de esta rosca eterna de succionadores de recursos de los sufridos pasajeros”, dispara en su sitio social Adalberto Mongelós, en coincidencia con centenares de indignados que apuntan en el mismo sentido crítico.

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