Este es el agente no identificado que, según la denuncia, realizó una maniobra amenazante y peligrosa ante periodistas debidamente acreditados para la intervención. El SPP exige esclarecer el caso e instruir a los antinarcóticos para respetar la labor de la prensa.
El Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) dio a conocer un comunicado a la opinión pública a través del cual expresa el repudio y profunda preocupación del gremio por lo que consideran mala praxis de agentes de Senad en un procedimiento realizado en Pedro Juan Caballero en la mañana de este martes, cuando un antinarcótico blandiendo amenazante un poderoso fusil pidió a gritos a los periodistas presentes a identificarse, a pesar de que los trabajadores de prensa tenían chalecos y credencial a la vista.
Según el comunicado, los reporteros se encontraban afuera de una vivienda del populoso barrio Bernardino Caballero aguardando novedades de la intervención alrededor de las 3 de la madrugada, cuando del interior de la supuesta bodega de drogas emerge con furia un agente que observa cuando los periodistas grababan a personas que entraban y salían como Pedro en su casa del lugar intervenido sin ser molestados para nada, lo cual les llamó la atención.
“El agente armado con un fusil apuntó a los periodistas que allí se encontraban y les exigió la identificación de manera prepotente”, dice el documento del SPP tras aclarar que en el interior del local sospechoso se encontraba el propio fiscal interviniente, que tenía pleno conocimiento del acompañamiento de la prensa.
“Por todo lo expuesto, el mal momento de tensión y susto vivido por los periodistas de Pedro Juan Caballero, exigimos al (ministro de la Senad) señor Jalil Rachid que vele por el cumplimiento correcto de las normas protocolares en los procedimientos (antinarcóticos) con un personal que se encargue de la seguridad y que se respete la labor de las periodistas que se encargan de informar sobre los procedimientos realizados por la Senad”, puntualiza el comunicado del gremio periodístico nacional.
De acuerdo al informe oficial, los agentes especiales allanaron la referida vivienda en base a denuncias de que en el lugar operaba una boca de expendio de drogas.
En el operativo fue detenido Ysidoro Román Cañete, de 60 años, quien tenía en su poder 49 dosis de cocaína y 25 pastillas de éxtasis, listas para la venta al menudeo, a más de dinero de baja denominación, entre otras evidencias.
El fiscal interviniente, Celso Morales, dispuso la detención del supuesto microtraficante y la incautación de todos los elementos mencionados.
La expectativa de pena por tráfico de drogas oscila entre los 5 y 15 años de cárcel, según se informó.