Imagen de perfil artístico pero dolorosamente real de pasajeros viajando como sardinas en una chatarra de la empresa Lomagrandense, ante la inacción de autoridades que miran para otro lado mientras los usuarios son tratados como inhumanos.

“Paraguay nos hace compatriotas, pero Lomagrandense nos hace familia”. Este singular y conmovedor posteo es la novedosa forma que encontraron usuarios de la empresa Lomagrandense para dar a conocer en las redes sociales el servicio decadente y lamentable que reciben a diario en el trayecto Loma Grande-Asunción, especialmente en las primeras horas de la mañana, cuando acuden a sus lugares de trabajo o de estudio con el Jesús en la boca, en medio de apretujones y el acoso inclemente de descuidistas e incluso choferes que, según las denuncias, confunden a los pasajeros con animales.

“Ni una sola de las denuncias que en todos estos años hemos presentado ante la administración de la empresa en la ciudad de Loma Grande, como las presentadas ante el Viceministerio de Transporte en San Lorenzo, o incluso en las fiscalías zonales de Loma Grande y Emboscada, han tenido respuesta o resultados, de lo cual podemos deducir con facilidad que los transportistas son intocables, respaldados por su dinero y el poder que tienen en todas las instancias de autoridad”, postea en su sitio social Julián Cardozo.

“Nada más real y doloroso”, opina por su parte Andresa Morínigo, pasajera de la ciudad de Nueva Colombia que todos los días debe abordar necesariamente alguna unidad de La Lomagrandense para trasladarse hasta su lugar de trabajo en Asunción.

“Lo peor de todo es que no se nota que los dueños de la empresa procuren mejorar el servicio y dar a sus choferes clases de humanidad”, comentó, tras destacar que una frase calcada por los conductores al momento de escuchar alguna queja de desesperados usuarios es “si no te gusta, podés bajarte, nadie te invitó a subir”.

Aparte del esquema infrahumano en que viajan los pasajeros, apiñados como sardinas en los colectivos chatarra, las quejas se extienden al monto del pasaje.

“Te cobran lo que quieren, y si no querés pagar por ser excesivo el costo del boleto, te invitan a bajar, así de simple. El otro día una señora dijo que le quería estafar el chofer y se negó a bajar, ante lo cual el conductor paró la marcha y dijo que no iba a continuar si la mujer seguía en el micro”, denunció Analía Fretes.

“Podemos afirmar con autoridad que cuando un personal del VMT acude a intervenir gua’u, lo que hace es transar con ellos porque en la práctica nunca se va ver una mejora del servicio, sino todo lo contrario, con abusos continuados sin respuesta de las autoridades”, apuntó otra indignada del servicio.

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1 Comentario

  • Gladys, 8 de mayo de 2024 @ 14:00 Reply

    Excelente. Una verguenza la verdad

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