Nuevas autoridades del MIC aparecen en Taiwán durante la donación de buses eléctricos a Paraguay, cuyos destinos se desconocen. El proyecto de fabricar acá micros movidos a electricidad está cajoneado, mientras los usuarios sufren secuelas dolorosas de las reguladas.

Usuarios hartos del penoso y perjudicial sistema de transporte público urbano de pasajeros reclaman al gobierno nacional acciones concretas para llevar a la práctica el acuerdo firmado recientemente con la República de Taiwán para la construcción en Paraguay de colectivos movidos a electricidad.

La iniciativa oficial es de larga data pero ahora, con la gestión de Santiago Peña, ganó un punto más en importancia, luego de que la mafia del transporte instalara nuevamente, como lo viene haciendo desde hace décadas en la absoluta impunidad, su sello de intocable a la hora de hacer valer los exclusivos intereses de los dueños de las empresas.

En coincidencia con el atraso en el repudiado pago de millonarios subsidios, las frecuencias de los servicios de transporte público bajaron a niveles ínfimos, generando malestar generalizado e incluso perjuicios de variada índole a la población, especialmente trabajadores y estudiantes que deben trasladarse a diario en medio del caos producido por la escasez de chatarras con ruedas.

 “Más que nunca, el gobierno tiene ahora la oportunidad de sacarse de encima el lastre del sistema de transporte obsoleto y extendidamente corrupto que mantiene arrodillados a los pasajeros”, dispara este jueves un airado usuario mientras aguardaba impaciente la aparición en el horizonte de su chatarra habitual de la Línea 28 que lo llevará a su lugar de trabajo.

El propio presidente de la República, presionado por la ciudadanía, calificó al transporte público de pasajeros como “una desgracia”, y anunció varias medidas paliativas, entre ellas el pago de subsidio atrasado, que suma millones de dólares, y también la tentadora y esperanzadora propuesta de cancelar los contratos con las empresas, llenando las calles con buses eléctricos 0 kilómetro y todos los chiches de un servicio moderno, oportuno, abundante y barato.

De acuerdo a los datos, la industria de los micros eléctricos será instalada en Paraguay a través de la empresa taiwanesa Master Transportation.

La fábrica otorgaría la posibilidad de generar 2.600 nuevos empleos, que incluyen los servicios de pos venta, mantenimiento y venta de repuestos, entre tantos otros aportes laborales.

“El proyecto no solo consiste en poner baterías, chasis y cubiertas, sino la posibilidad de transformar la vida de millones de paraguayos y yo me puse como un objetivo que en estos cuatro años podamos dejar un transporte público que brinde un trato justo a los paraguayos”, afirmó el presidente durante el acto de firma del contrato realizado en Taiwán.

Hasta el momento, se desconoce acerca de la existencia de alguna orden o medida del gobierno que apunte a arrancar el millonario proyecto, mientras crece la humillación a los pasajeros por parte de los empresarios del transporte en el mismo nivel que el silencio llamativo de las autoridades.

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