El Estado, que defiende la familia normal y se opone a la ideología de género, financia con millones a ONGs como «Semillas por la Democracia» que dice gastar en trabajos que se niega a documentar. «Lo único que hacen es tirar veneno contra el gobierno», disparan indignados sociales.

La bancada colorada oficialista del Senado defiende a capa y espada el proyecto de ley que busca transparentar los fondos de las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que se han multiplicado como hongos durante el dadivoso gobierno de Marito que, a cambio, nunca fue acosado como sí lo fueron los tildados de “enemigos” políticos, en una muestra aún impune de perversión electoral.

El senador Gustavo Leite afirma que no solo la bancada opositora del Senado está ligada a esas ONGs sino la alianza autocalificada de “democrática” que opera extramuros y hace intenso lobby para dejar las cosas como están, esto es, que las organizaciones que deberían encargarse, en los papeles, del control de los recursos, bienes y políticas públicas del gobierno, manejen a discreción siderales montos cuyo destino está fuera de los ámbitos de control institucional.

Aunque el caso se está manejando con poco ruido, referentes opositores han salido a rasgarse las vestiduras por la “persecución nazi” y la “dictadura” de los proponentes de la ley, quienes en todo este tiempo han sido descalificados con el escarnio propio de la oposición agavillada, que busca blindar los millonarios recursos que el Estado les provee para hacer su trabajo.

La absoluta mayoría de las ONGs que operan en Paraguay han usado y abusado del derecho de expresión para disparar veneno e instalar odio entre paraguayos durante el abdismo, cuando oficiaron en los hechos de bastiones anticartistas y de esa forma contaron con cheque en blanco para seguir recibiendo plata y desembuchar disparos de grueso calibre contra todo lo que significara Honor Colorado, en una infame muestra de hacer electoralismo.

“Lo único que queremos con esta ley es transparentar los fondos públicos que reciben las ONGs; no se persigue ningún otro objetivo”, afirmó el senador oficialista Gustavo Leite tras cuestionar la débil argumentación utilizada por estos organismos privados cohonestados por la oposición agavillada.

En su momento, durante la campaña electoral, el entonces presidenciable Santiago Peña dijo que si gana las elecciones una de sus prioridades será poner orden en el tema de las ONGs, y posiblemente el proyecto de ley en cuestión responda a esa directiva, comentaron a La Mira fuentes del Senado de la nación.

Mientras esto ocurre, las ONGs continúan disparando contra el gobierno en el afán de seguir ocultando dónde, cuándo y cómo utilizan los millones proveídos por el Estado que, según informes que tienen a mano los senadores, son utilizados en gran medida en provecho de sus líderes devenidos en partidarios incondicionales de la alianza opositora y los medios amigos.

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