La polémica senadora efrainista asociada al abdismo expone una parte de su cuestionado perfil. Ahora vuelve a ser noticia por acusar a una persona fallecida sin presentar pruebas, en una muestra más de supina infamia y degradación.
La senadora libero-abdista “progre” Celeste Amarilla vuelve a estar en la cresta de la crítica ciudadana luego de que medios a su servicio emitieran una información donde la mujer, de nulo aporte legislativo, acusara a una persona fallecida de haberla amenazado de muerte en circunstancias que nadie cree.
De acuerdo a los informes publicados en gran destaque, como es habitual cuando se trata de cualquier asunto vinculado con esta mujer gatopardista, el entonces empresario ganadero Eulalio Gomes había amenazado con eliminarla físicamente en caso de que continuara atacando de forma soez y deslenguada a su persona, posiblemente en alusión a su condición de oficialista colorado cartista vinculado con el crimen organizado fronterizo.
Según la crónica, “Lalo” habría recurrido al hermano de Celeste, Felino Amarilla, para hacer llegar su mensaje de amenaza a la senadora efrainista diciendo que dispone de fusileros a su cargo para concretar el homicidio.
Sin embargo, el político y ganadero liberal dijo que no presentó la denuncia formal del caso para no involucrarse en asuntos que no le competían directamente y también para evitar un escándalo de grandes proporciones que no estaba dispuesto a asumir.
“Quien no te conozca, que te compre”, disparó en la red social un indignado identificado como Sergio Daniel Miranda Genes, quien puso en tela de juicio las expresiones de Felino Amarilla y las de su hermana Celeste. Esta última es conocida en el ámbito parlamentario como inoperante, deslenguada e improductiva “en la misma escala y proporción que su carnal Kattya”, opinó el posteador, en alusión a su amiga del alma Kattya González, expulsada del Senado por denuncias de corrupción.
Si la situación del oficialismo se ha tornado extraordinariamente sensible con el escándalo que rodea a la muerte del diputado Eulalio Gomes, en carpas progresistas el ambiente no es menos tóxico, desde el momento que no existe consenso para identificar el enemigo a vencer y al cuidado de no exponer estrategias en el contexto del electoralismo que continúa campante de la mano de holdings mediáticos amigos.
Celeste es conocida en el ruedo legislativo nacional como amiga del expresidente Mario Abdo Benítez, quien según documentos le facilitó la vida a través de licitaciones amañadas para la merienda escolar a cambio de silencio ante los abusos de poder, entre ellos los cientos e improductivos viajes con rótulo oficial en paraísos turísticos y los sucesivos e impunes casos de negociados y rapiñaje de fondos públicos, entre otras perlas.