Familiares denuncian que el diputado oficialista fue ejecutado, mientras el gobierno y el Congreso Nacional premian a los intervinientes a pesar de que el operativo que derivó en la muerte de Gomes estuvo plagado de irregularidades.

Familiares del diputado oficialista Eulalio “Lalo” Gomes, fallecido en sospechosas circunstancias en su mansión de Pedro Juan Caballero insisten en que el empresario ganadero y afines fue ajusticiado en su propia cama por agentes del gobierno, mientras crecen la incertidumbre y suspicacias con respecto a la intervención que derivó en el violento desenlace.

“No hay que dar muchas vueltas para afirmar que Lalo ha sido objeto de un cobarde ataque en plena madrugada y en su propia cama donde descansaba con su esposa”, vociferó este miércoles un hermano del diputado colorado cartista en el acto de sepelio realizado este miércoles en la capital del Amambay.

Vecinos y amigos del fallecido coinciden en señalar que existen mecanismos explícitos que podían haberse puesto en práctica con el caso de Gomes, “antes que optar por la violencia explícita, algo totalmente fuera de lugar teniendo en cuenta la imposibilidad del afectado de reaccionar en igualdad de condiciones con el formidable equipo de matones que le tenía cercado”, reclamó otro indignado.

De acuerdo a los datos, el diputado recibió la desagradable visita de intervinientes en plena madrugada y el operativo no fue filmado, como estipula el protocolo policial y como, de hecho, se pone en práctica en cada operativo.

“Solo estos datos bastan para sacar conclusiones de valor acerca de la mala intervención fiscal-policial”, opinó el abogado de la familia, Oscar Tuma, tras desgranar otra serie de irregularidades que desde su punto de vista atentan contra el Estado de Derecho y deberían motivar el enjuiciamiento de los responsables bajo el cargo de homicidio doloso y premeditado, entre otros delitos.

Fuentes que siguen de cerca el historial del malogrado diputado, empresario y directivo rural revelan que “Lalo” registró ganancias exponenciales durante el pasado gobierno de Mario Abdo Benítez, cuando se desempeñaba como delfín político del movimiento Fuerza Republicana, ex Añeteté, liderada por Marito.

Ya por entonces, según las investigaciones, Gomes arrastraba sospechas de vinculación con el crimen organizado, especialmente el lavado de dinero proveniente del narcotráfico, pero no ha sido molestado para nada sino con el actual gobierno de Peña, cuando la situación llegó a extremos con la muerte causal o alevosa del diputado.

“¿Por qué no le hicieron un juicio político o, con la imputación encima, por qué no pidieron su desafuero como estipula la ley, antes que visitarle en su dormitorio al solo efecto de acabar con su vida”, reclamó en el sepelio un vecino y amigo de “Lalo” Gomes.

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