Algunos centros de albergue se comparan con un campo de concentración, denunciaron confinados que disparan adjetivos de grueso calibre contra la improvisación del Gobierno. Foto: Diario HOY.

La terrible experiencia de un centenar de compatriotas ingresados del Brasil en el marco de la actual cuarentena enmarca el escenario de improvisaciones y falta de “inteligencia sanitaria” del Gobierno para administrar una situación previsible desde el mismo momento que se desencadenó.

Tuvo que desencadenarse una escaramuza que pudo derivar en saldos mayores para que la fuerza pública interviniera, aunque solo fuera para interrumpir el descontento generalizado generado por indignados que reclamaban abandonar el lugar para cumplir la cuarentena obligatoria en sus respectivas viviendas, todas ellas en el interior del país.

La improvisación al desnudo de ubicar a los viajeros en el polideportivo de una universidad privada de Ciudad del Este tuvo consecuencias con el diagnóstico positivo al coronavirus de 86 confinados, nada menos, con las restantes 14 personas en riesgo potencial de contagio.

El cuadro no es agudamente superior al de otros centros de albergue del interior.

“En primer lugar, se trata de lugares absolutamente impropios e inadecuados para este tipo de gestión sanitaria y la posibilidad de que puedan arrojar los resultados esperados es infinitamente impredecible, desde el momento que incumplen con el protocolo de salud pública, convirtiéndose en la práctica en centros de reclusión obligatoria”, afirmó un profesional médico abordado por La Mira que pidió el anonimato por posible represalia de autoridades de la institución pública donde presta servicios.

Añadió que “en todos los lugares dispuestos para cuarentena se observa a simple vista que las personas no guardan la distancia física recomendada, manteniéndose apiñadas en un solo lugar. La aparición de un solo caso positivo es suficiente para desencadenar en el lugar contagios en cadena de terribles consecuencias”.

La situación de desborde emocional en los centros de albergue constituye, en parte, el resultado de la gestión malograda del Gobierno en materia de salud poblacional, especialmente en este tiempo de cuarentena.

El escenario se contrapone al anuncio del presidente Mario Abdo Benítez acerca de medidas drásticas adoptadas para frenar el contagio del Covid-19, entre ellas la cuarentena obligatoria que luego de la aparición sucesivas de casos positivos se ha ido extendiendo con el paso de los días, y aun no cuenta con fecha límite.

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