Luego de acudir al aeropuerto con el objetivo de controlar, aunque sin éxito, la segunda carga de equipos biomédicos para el Ministerio de Salud importados por una polémica empresa privada, la diputada Kattya González disparó munición gruesa en sesión de la Cámara Alta con respecto a las licitaciones de la cartera sanitaria realizadas con millonarios fondos destinados, en los papeles, a la lucha contra la pandemia del coronavirus.
“Nos sentimos preocupados y burlados porque si queremos atajar la corrupción les comento que estamos errando el camino, porque esto no se puede tratar como una carga privada, esta carga es de interés nacional porque si hablamos de elementos de bioseguridad, esta carga y todas las que lleguen para el Ministerio de Salud tienen sello del Gobierno, tienen la marca país”, expresó.
Teniendo en cuenta los turbios antecedentes sobre el manejo de las compras de Salud Pública sugirió al Pleno “empezar a realizar nuestros controles desde el origen, porque de otra manera nos seguirán estafando”.
“Estamos escuchando las intervenciones de los distintos ministros de las carteras de Estado sobre este y otros temas referentes a los gastos durante la pandemia, y quiero señalar que no hay recursos que van a alcanzar, ni siquiera los 1.600 millones de dólares que hemos prestado ni los futuros 2.000 o 3.000 millones de dólares que hay que ver a cuántas generaciones endeudaron, si no atajamos la corrupción”, disparó.
Frontal, y sin ambages, como es habitual en sus intervenciones, dijo que “debemos ser conscientes de que hay un esquema delictivo que está vinculado a las compras públicas, que debería concentrar los esfuerzos del Gobierno y del Poder Legislativo y, por supuesto, del Poder Judicial y el Ministerio Público, grandes responsables de la impunidad que campea en este país”.
En medio de las críticas extendidas sobre el uso de los millonarios fondos obtenidos de préstamos para la lucha contra el Covid-19, el gobierno ha conformado sendos equipos supuestamente de confianza para hacer el seguimiento de las erogaciones, especialmente a través de controvertidas licitaciones, tachadas en su mayor parte de amañadas.
Hasta el momento, no se han dado a conocer detalles específicos de gastos sino explicaciones generalizadas expuestas mediáticamente por algunos ministros sin sustento documentado, aunque sí han amontado sobre sus cabezas cúmulo de críticas por sospechas de negociados y latrocinios en cadena, mientras el Presidente de la República no reacciona.