La barbarie practicada en la estancia Pindó debería motivar la reacción del Estado y de organismos internacionales, teniendo presente la seria amenaza que se cierne sobre la inversión en Paraguay.
“Lo que ocurre en la estancia Pindó, en un sector estratégico de producción agrícola-ganadera del país, es el ejemplo conmovedor de cómo 360 familias lograron posesionarse de una propiedad privada de 4 mil hectáreas solo con el uso de la fuerza y la amenaza, generando millones de guaraníes ilegales con la producción de marihuana y la depredación de la madera, ante un Estado ausente y organismos no gubernamentales ciegos, sordos y mudos ante el desastre ecológico y abusos de toda laya que se producen dentro de este bastión de terror”.
El clamor sin eco de los propietarios del establecimiento Pindó para la recuperación del dominio usurpado, increíblemente no genera solidaridad en las propiedades aledañas y, mucho menos, entre otros inversores del país.
“El miedo hace que cada quien se concentre en lo suyo, pero nadie repara en la amenaza que se cierne sobre cualquier reserva boscosa o emporio productivo porque los violentos eligen qué establecimiento atropellar, y el resto de lo que deben hacer lo saben de memoria”, señaló la abogada Margarita Colmán.
Afirmó que luego de levantarse la actual cuarentena sanitaria decretada por el coronavirus volverán a golpear las puertas del Estado en busca de cumplimiento de la orden de desalojo pendiente, obtenida con piolita.
“Son nada más y nada menos que 8 años de lucha por recuperar nuestra tierra. Tres Presidentes de la República están enterados del caso, pero nadie ha cumplido el precepto constitucional de defensa irrestricta de la propiedad privada. Federico Franco, Horacio Cartes y ahora Mario Abdo Benítez, en los hechos asumieron el caso de Pindó como una anécdota, sin reaccionar ante el quiebre del Estado de Derecho registrado en el lugar y, lo peor de todo, que este tipo de atropello puede repetirse en cualquier lugar del país, cuando los violentos lo decidan, siempre contando con la complicidad de sus padrinos políticos”, disparó Colmán, tras aclarar que al ex presidente Lugo no se le ha visto por el lugar de la invasión, como sí estuvieron presentes los senadores del Frente Guasu, Sixto Pereira, Hugo Richer y Pedro Santacruz arengando a los violentos.
A través de drones, se comprobó el esquema táctico utilizado por los habitantes de Pindó para desplazarse en diversas direcciones a través de caminos interiores aptos para todo tiempo, donde vehículos de cualquier tonelaje acceden libremente a hacer negocios, entre ellos la compra de valiosa madera, especialmente de especies protegidas, para surtir de materia prima de oro a los aserraderos arteramente instalados en la región.
“Nunca nos hemos enterado que interventores del Ministerio del Ambiente sorprendieran una carga ilícita resultante del ecocidio practicado por los invasores, ni a agentes de la Senad decomisando alijos de marihuana. Tampoco se ha visto hacer su trabajo siquiera a una de las más de 300 ONGs del país, que sí muestran todo su poderío para hacer operativos con fuerte apoyo mediático, y si es cerca de Asunción mucho mejor”, enfatizó la denunciante.
Comentó que, lejos de tirar la toalla “para recuperar lo poco que nos queda por las vías legales, pensamos hacer una denuncia internacional, donde evacuaremos todo el suplicio que nos ha costado en este país supuestamente democrático ser castigados por un esquema de perversión apadrinada por políticos, y la amenaza que se cierne sobre cualquier persona que quiera venir a invertir en Paraguay”.