Técnicos de Salud Pública llueven sobre mojado en el tema de insumos sanitarios fallidos traídos de China. Las nuevas partidas demoran la distribución, exponiendo al país a potenciales positivos del virus maligno.
A poco más de dos meses de haberse decretado la cuarentena en todo el territorio de Paraguay, las medidas establecidas para los cuidados sanitarios de prevención, contención y tratamiento están cada día más lejos del ideal de atención comunitaria y de pacientes contenido en el manual de instrucciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así como están las cosas, cuando terminen la pandemia y la cuarentena, y el coronavirus haya dejado sus secuelas en nuestro país, las autoridades de Salud Pública posiblemente acabarán con los procesos de adquisición, aprobación y distribución de insumos, materiales y equipos para la población y los centros sanitarios, que hasta hoy adolecen de graves necesidades que saltan a la vista porque algunos de ellos ni siquiera cuentan con elementales tapabocas.
El cuidado contra el covid-19 ha sido declarado de alta prioridad por el Gobierno nacional, así como ocurre en la mayor parte del mundo afectado por este mal, pero no es detalle menor que existen otras necesidades perentorias, algunas de ellas de carácter urgente, que requieren de la atención focalizada de las autoridades sanitarias, como lo vienen denunciando sin ser oídos pacientes afectados de cáncer, patologías cardíacas y órganos vitales, y ni qué decir de personas sorprendidas por accidentes o imponderables de salud.
Mientras esta situación se presenta con diversos grados de severidad en el ámbito sanitario, en otro frente mantienen una carrera aparte sectores de poder vinculados con las compras públicas y referentes -conocidos u ocultos- de la iniciativa privada, para hacer negocios con el Estado, a sabiendas de los enormes beneficios económicos en juego para ellos y los padrinos, mientras la población hace ollas populares para recompensar su necesidad alimentaria, y acude a cualquier hijo de vecino para obtener gratis un tapabocas (ni hablar de alcohol en gel y otros “lujos” recomendados para el cuidado contra el coronavirus).
La actitud del Gobierno, a través del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, deja mucho que desear y es motivo de descontento social por la extensa demora en proveer a la gente de los insumos esenciales de cuidado sanitario contra la pandemia.
Los afectados coinciden en declararse víctimas solidarias de negociados feroces con los insumos y equipos importados, la mayoría de los cuales pudieron haberse confeccionados o fabricados en nuestro país, dando trabajo y recursos a miles de manos de obra desocupadas, y evitando la quiebra técnica de centenares de empresas o negocios que daban el sustento diario a los paraguayos.
El escándalo superlativo declarado con las estafas con los tapabocas chinos debería motivar a una profunda reflexión a nuestras autoridades, en el sentido de que los guaraníes engullidos, que suman cifras siderales, podrían blindar cualquier posibilidad de contagio o riesgo latente para la ciudadanía, y ni hablar de los beneficios que podrían aparejar a favor de la resucitación de la moribunda economía nacional.