Comedido y puntual, el eminente médico salió por unos momentos de su andar con reservas para cuestionar el desastre administrativo en Salud Pública, y dijo que el ministro debería incluirse en la investigación fiscal.
Considerado como uno de los mejores infectólogos del país y del contimente, el ex ministro de Salud Pública Dr. Antonio Arbo salió de su proverbial sigilo a la hora de dirigirse a la sociedad asentando opiniones sobre la marcha de la pandemia y, especialmente, acerca de la epidemia interna que enfrenta la cartera sanitaria debido a sucesivos escándalos de corrupción con compras malogradas y millones de dólares mal utilizados.
“Durante 10 años, el ejercicio del dinero público tiene sanción, y lo que irrita en el caso actual es la indiferencia frente a la corrupción de parte de las autoridades” del Ministerio de Salud Pública, afirmó el galeno.
Criticó la lentitud exacerbada en la toma de medidas y en la identificación de los probables responsables de los hechos, que desembocan en críticas puntuales sobre el manejo de los recursos públicos, independientemente a los resultados positivos obtenidos en la lucha contra la pandemia.
“Ante todo esto que está pasando, con relación a la responsabilidad del Ministerio de Salud puedo decir que los elementos disponibles ameritan que el propio ministro se someta a la investigación del Ministerio Público, e involucrar también en las pesquisas a todas las autoridades de su cartera implicadas en las compras que son objeto de sospechas”, disparó.
A mediados de mayo pasado, la diputada Celeste Amarilla manifestó que todos los funcionarios involucrados en la licitación irregular de insumos para el Ministerio de Salud, en el marco de la emergencia sanitaria, deben ser imputados por la Fiscalía, incluyendo al ministro de Salud, Dr. Julio Mazzoleni, y sugirió que el Dr. Antonio Arbo reemplace en el cargo a Mazzoleni.
Hasta el momento, pese al cúmulo de evidencias documentadas de dolo en el manejo de los fondos del covid, ha sido imputada una sola persona, oriunda de la plana mayor de Salud Pública, que se constituye en apenas un eslabón pequeño del rosario de involucrados en el affaire de resonancia internacional, que pone entre las cuerdas la carta de crédito otorgada por la ciudadanía al Presidente de la República al comienzo de la pandemia.