Autoridades sanitarias alertan a la población acerca de lugares especialmente sensibles para la propagación de la enfermedad, como gomerías, basurales, estanques, floreros y otros lugares con abundante humedad.
El dengue, una enfermedad producida por el mosquito aedes aegyti, registra unos 400 millones de infectados por año en el mundo, y más de 22.000 muertes, y en Paraguay la estadística señala que solo este año mató a 46 personas y 14.000 casos confirmados, a más de 150.000 notificaciones que elevan las posibilidades de incrementar el volumen de perjudicados.
El Ministerio de Salud Pública advirtió que, lejos de pasar a segundo plano, el mal sigue campante en el país, especialmente en lugares donde no se procede a la eliminación de criaderos potenciales, entre ellos sitios de mucha humedad como estanques, floreros, cubiertas en desuso, etc.
Este año, a pesar de que muchas personas creían que el mal ha sido desplazado por el coronavirus, Salud Pública ha registrado al menos 35.000 notificaciones de casos con síntomas propios del dengue en diversas regiones del país, donde el departamento Central cuenta con casos declarados en 17 de los 19 distritos.
A pesar de las limitaciones de la Ley de Emergencia Sanitaria, que prohíbe la aglomeración de personas en cualquier sitio público o privado, Salud Pública recomendó que las personas con cuadros sospechosos de dengue acudan a consulta médica, munidas de tapabocas y solo una persona como eventual acompañante.
Otras señales características del mal son, somnolencia, sangrado de mucosa, nariz, encía o vía urinaria, dolor abdominal, vómitos, y personas que presenten algún tipo de dificultad para ingerir líquido.
La búsqueda de criaderos para ser eliminados no requiere más que algunos minutos diarios, y representa la mejor fórmula de protección, acompañada de repelentes, mosquiteros o telas metálicas en sitios estratégicos que impidan el contacto de las personas con el mosquito transmisor.
Las autoridades sanitarias recomiendan que después de cada lluvia se verifique el patio de las viviendas para cerciorarse de que no haya recipientes con agua.
Personal capacitado en tareas de rociado realiza fumigaciones periódicas en lugares del país considerados de mayor prevalencia del dengue, según se informó.