Pancarta erigida en la manifestación del lunes en la Costanera de Asunción. La dirigente social Lidia Medina (izquierda) denuncia una asociación de blanqueo de la causa que investiga la extraña desaparición de Yuyú el pasado 15 de abril.
“La fiebre por buscar afanosamente hasta encontrar a la niña Juliette prácticamente ha pasado a segundo plano, lo cual no debería de extrañar si se tiene en cuenta que desde un primer momento se ha montado todo un esquema para blanquear a los principales sospechosos y presentar a la gente un teatro montado para hacernos creer que la desaparición de la niña fue algo accidental, como si el viento se la llevara”.
La dirigente por los derechos del niño en estado de vulnerabilidad, Lidia Medina, no tiene dudas de que la falta de resultados en el rastreo de la niña apunta a instalar el opareí en la causa, que involucra a tres agentes del Ministerio Público, quienes poco o nada han colaborado en el expediente.
“Graves errores de procedimiento, que a nadie pasan desapercibidos, se han cometido en todo este tiempo”, expresó Medina, aludiendo a la misteriosa desaparición registrada en la vivienda de campo de la compañía Isla Alta (Emboscada), unos 40 kilómetros al noreste de Asunción.
Llamó la atención que la fiscalía no haya llamado a declaración al padre de Yuyú, Stephan Le Droumaget, quien reside en Suiza.
“Las veces que este señor lee nuestros clamores por encontrar a la nena contesta con un Emoji de risa, como si él supiera la verdad. Si esto es un disparate, igualmente esa persona podría apartar elementos importantes a los investigadores, entre ellos una supuesta deuda millonaria que mantenía con el ahora padrastro y sospechoso de la desaparición de la niña, Reiner Oberuber”, indicó la coordinadora nacional de niños en situación de vulnerabilidad.
“Una tal Luz, que en su momento ofició de cuidadora de Yuyú, no fue incluida en las investigaciones, y así sucesivamente se visualizan descuidos o negligencia de los investigadores, mientras el tiempo avanza y no tenemos noticias positivas sino un manto de silencio que levanta todo tipo de suspicacias y malos pensamientos entre las personas que realmente amamos a esta niña inocente”, apuntó Lidia Medina.