Sectores empobrecidos del Paraguay cargan un negro futuro sobre sus cabezas debido a las secuelas de la pandemia, de frente a pedidos de Jefe de Estado de las Américas para recuperar las economías «sin dejar a nadie atrás».
En una declaración conjunta, realizada bajo patrocinio del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, Jefes de Estado de América Latina y el Caribe hicieron causa común con los problemas emergentes de la pandemia del coronavirus y resolvieron varios puntos, entre ellos adoptar un enfoque innovador y ambicioso que permita mitigar el impacto de la crisis y recuperar el crecimiento sostenible “sin dejar a nadie atrás”.
La declaración conjunta refiere que América Latina y el Caribe se enfrentan a la peor recesión económica de las últimas décadas como consecuencia de la pandemia y que de acuerdo con las previsiones de los principales organismos internacionales los países latinoamericanos y del Caribe sufrirán de manera especialmente aguda las consecuencias de esta crisis.
“Es previsible que sus efectos económicos y sociales sean profundos y provoquen un aumento considerable de las tasas de pobreza y desigualdad en toda la región”, indica la declaración.
Uno de los aspectos señalados es el impulso de un mayor apoyo financiero y técnico a los países de la región, para afrontar con posibilidades de éxito el desafío del covid-19 y sus consecuencias sanitarias, sociales, económicas y financieras.
“Las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) han respondido de forma oportuna y decidida, aumentando los recursos destinados a la región, flexibilizando sus instrumentos, y agilizando los procesos de desembolsos, entre otros. Sin embargo, esta crisis sin precedentes exige una respuesta aún más contundente, coordinada y adaptada a las necesidades de los países”, sostiene el documento acordado, entre otros, por el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez.
Los gobernantes también hicieron un llamado de apoyo a los países.
“Hacemos un llamamiento a las Instituciones Financieras Internacionales para que, en este momento histórico, y en coordinación con el resto de actores económicos y sociales regionales e internacionales, consideren medidas adicionales de apoyo para ayudar a los países de América Latina y el Caribe, independientemente de su clasificación por nivel de renta, y con especial énfasis en los más vulnerables, a superar con éxito esta crisis”, expresan los mandatarios.
El documentos señala que entre las medidas adicionales a considerar, las Instituciones Financieras Internacionales podrían evaluar la articulación y ampliación de instrumentos de apoyo, tanto financieros como de asistencia técnica, en dos ámbitos de actuación: a nivel macroeconómico, a través de herramientas que permitan estabilizar los flujos de capital, garantizar la liquidez y aumentar el margen fiscal; y a nivel sectorial, mediante instrumentos que permitan reforzar los sistemas de salud y de protección social, con especial atención al empleo.
La declaración de los presidentes de la región se produce en un momento delicado para el Paraguay, cuyo gobierno está sumido en una crítica extendida de sectores históricamente postergados -incluidos en esta ocasión a comerciantes, industriales y cuentapropistas, entre tantos otros rubros que lloran miseria- quienes lamentan la falta de patriotismo y sensibilidad de las autoridades para el uso adecuado de los millonarios fondos del covid.