Un solitario guardia forestal observa el desastre ecológico provocado por invasores de la maravillosa reserva natural de Itaipú, que venden impunemente la madera depredada a precio vil a industrias voraces ubicadas en la amplia región.
A través de informes brindados por el ministro de Hacienda, Benigno López; el ministro del Interior, Euclides Acevedo, y el director paraguayo de Itaipú Binacional, Ernst Bergen, el gobierno informó que busca reconquistar los bosques deforestados en la zona de protección del embalse de la represa en el Alto Paraná, que han provocado graves daños ambientales a favor de grupos organizados en mafias que se apoderan de un recurso valioso e insustituible como son los árboles nativos.
Las áreas protegidas están en su mayor parte invadidas por desconocidos que no reivindican identidades ni ideologías, pero que según fuentes policiales responderían a políticos de alta gama de esa zona de frontera, que hace años operan de la misma manera, pero recién ahora los casos salen a la luz pública a través de la prensa.
De acuerdo a los datos, los invasores proceden a la tala de árboles en estado de protección sin ningún atisbo de sensibilidad ambiental, respondiendo únicamente a los articuladores del esquema de ecocidio implementado impunemente hasta el momento, en medio de la inoperancia del Ministerio Público, el Ministerio del Ambiente, el Instituto Forestal Nacional y tantas otras instancias encargadas, en los papeles, de evitar y enfrentar este tipo de hechos.
“Venimos desde Itaipú trabajando hace ya un buen tiempo sobre nuestras áreas protegidas que, entendemos, son de todo el pueblo paraguayo. Infelizmente, últimamente tenemos invasiones en nuestras áreas protegidas y durante las últimas semanas venimos trabajando con las autoridades de las diferentes áreas para ver cuál es la mejor forma de proteger nuestros bosques, de proteger nuestros animales”, afirmó Bergen.
Por su parte, el ministro Acevedo señaló que tomará medidas para la reconquista de los bosques deforestados.
Sostuvo que se busca esencialmente garantizar que el llamado “pulmón de la República” no sea intoxicado por el virus de la deforestación que pone en peligro la soberanía ambiental.
Expresiones de este tipo, provenientes de diversos estadíos del Estado y del Gobierno, vienen repitiéndose desde hace años, sin lograr respuestas adecuadas, eficientes y oportunas de las autoridades correspondientes, que de esta manera colaboran para la impunidad de los abusos en la zona de la represa, que incluye actividades vinculantes como el tráfico de droga y afines entre ambas orillas del gran lago de Itaipú.