El clamor por Yuyú está desapareciendo de los medios, en medio de la indignación de mucha gente que clama por ser encontrada sana y salva la niña. «Se está dando pie a la impunidad», alertan madres de familia.
Cuando todo hacía creer que la presión masiva de los medios haría recapacitar al Ministerio Público para imprimir celeridad y eficiencia a las investigaciones sobre el caso Juliette, del día a la noche desapareció del escenario ciudadano el clamor por encontrarse sana y salva a la niña, instalándose de esta manera otro enigma por encima del misterio que rodea la desaparición de la pequeña el pasado 15 de abril de la vivienda familiar de la ciudad de Emboscada.
“Ni de relleno pasan ahora la información sobre Yuyú en la prensa, después de acaparar las informaciones de todos los noticiarios, lo cual es lamentable, más aún teniendo en cuenta que los familiares prácticamente están tácitos, los padres son los principales sospechosos, y solo quedan vecinos y padres de familia compungidos que arrastran como pueden, y con escasos medios, el desafío de instalar conciencia para hallar a la niña”, afirmó Lidia Medina, madre de familia encargada de una organización de defensa de derechos de niños en situación de vulnerabilidad.
“Con las madres que componen la organización tratamos de encontrar una respuesta a la súbita apatía de los medios de prensa nacionales e internacionales sobre el caso, que despertó el interés de gran parte del mundo por las especiales características de la desaparición”, añadió la mujer.
El Ministerio Público designó tres fiscales investigadores en la causa, quienes hasta el momento no han presentado resultados de sus trabajos, sino una acumulación inestimada de evidencias y versiones que no pudieron clarificar el caso, manteniéndose en el absoluto misterio.
“Nos resistimos a pensar lo peor, y nos quedamos con la presunción de que la pequeña está viva, en algún lugar, en manos de personas sin sentimiento ni corazón, posiblemente como víctima de algún pecado familiar. De otra manera, no hay raciocinio capaz de explicar semejante atentado contra la dignidad y la libertad de una menor, más aún en situación de capacidad diferente”, opinó Medina.