Los indignados se declaran en guerra contra el gobierno, alegando desprecio y discriminación. Analizan manifestaciones recurrentes y cuestionan la impunidad de autoridades acusadas de robar recursos del covid.
A medida que pasan los días y la situación del país no mejora, sino empeora con los casos de corrupción que salen a luz de forma recurrente, crece el descontento ciudadano por la gestión de gobierno.
“Marito es un títere manejado por su entorno que puso la plata para su campaña; él no decide nada, sólo está ahí para cumplir directivas de sus padrinos financieros, que ahora le están cobrando. La mafia le ata y no es capaz de echarle a ningún ladrón, de los tantos que rodean su entorno ejecutivo”, afirmó el presidente de la Coordinadora por la Vivienda Digna, Guido Cabral.
Sostuvo que “el presidente de la República no quiere ver el caos en que se encuentra el país, y le sigue manteniendo a las autoridades sinvergüenza, a pesar de la gran cantidad de denuncias con pruebas y evidencias exhibidas a través de la prensa que el Ministerio Público no investiga, porque es parte del esquema de perversión público”.
“El presidente no tiene carácter, ni autoridad ni capacidad de mando y gestión. Por eso el país está como está, infestado de ladrones en las instituciones públicas que echan mano de recursos valiosos en esta época difícil, mientras el pueblo necesitado debe arriesgar su salud para salir desesperado a las calles a pedir comida y trabajo”, disparó el joven dirigente social y político.
“Nuestro horizonte como pueblo está negro en estos momentos porque la plata prestada a nuestro nombre se están llevando a mansalva, y les decimos a las autoridades que nuestra paciencia también se está acabando”, alegó Cabral, tras explicar que la Coordinadora evalúa la realización de manifestaciones públicas abiertas, con el acompañamiento de otros sectores perjudicados.
“Ahora estamos haciendo un calentamiento, y le decimos a Marito que no estamos de acuerdo con su política de gobierno y la forma delincuencial en que actúan sus ministros y su gente de confianza”, advirtió.
Disparó también munición gruesa contra el ministro de Hacienda, Benigno López.
“Él está satanizado a nivel popular como el patrón del mal. Él está obligado a distribuir equitativamente los recursos, pero sin embargo rifó nuestra plata, se están llevando todo para vivir el resto de sus días con la plata robada, mientras nosotros por acá lamiendo ollas para poder pagar la enorme deuda por varias décadas”, puntualizó Cabral.