“Quiero saber dónde está la plata que se les dio a los Ferreira, y dónde están los insumos. No se puede atentar contra la sensibilidad de la ciudadanía”, afirmó la diputada al poner en tela de juicio el informe de la comisión covid.
“Si devuelven la plata, o si lo cubre el seguro, no significa que no hubo daño. Quiere decir que hubo daño y que ese daño fue reparado. Reparación del daño se llama eso”, expresó la diputada Rocío Vallejo a la emisora capitalina La Unión.
Fue en referencia a informes de la comisión especial formada por el gobierno para la verificación y control del uso de los recursos del covid -oficialmente suman 1.600 millones de dólares, pero superan los 2.400 millones de dólares con otros préstamos y donaciones de países amigos- que a través de su vocero, Arnaldo Giuzzio, afirmó que las cuestionadas adquisiciones no generaron daño patrimonial a las arcas del Estado, sino errores menores que después han sido corregidos.
La diputada, quien se desempeñó en su momento como fiscala de Delitos Económicos, añadió que el dinero correspondiente al anticipo que le fue entregado a las polémicas empresas Imedic y Eurotec para la compra fallida de los insumos sanitarios, equivalente a US$ 3 millones, “hasta ahora no fue devuelto”.
“Quiero saber dónde está la plata que se les dio a los Ferreira (Clan Ferreira, involucrado en los feroces negociados) y dónde están los insumos. No se puede atentar contra la sensibilidad de la ciudadanía”, recalcó la legisladora de la oposición.
El ministro de Salud Pública, Dr. Julio Mazzoleni, señalado de encabezar la rosca de corrupción que saca millonario provecho de los fondos del covid a través de compras amañadas y a medida, dijo que los casos sospechosos están a cargo de la Fiscalía de Delitos Económicos.
“Lo más importante es que se han rechazado muchos productos, como resultado de las especificaciones técnicas que activaron los mecanismos de control”, expresó.
El escándalo en cadena en cierto momento ha puesto en apuros al propio gobierno de Marito, señalado por su parte de mostrarse ciego, sordo y mudo ante los graves zarpazos al patrimonio público.