Destrucción y muerte, resultado del brutal ataque de personas señaladas como carperos al servicio de políticos de San Pedro. El productor Carlos Codas había denunciado al grupo en un primer ataque, pero el Ministerio Público respondió con el silencio.

El ataque violento con saldo de muerte y destrucción contra el establecimiento productivo de Carlos Codas en el departamento de San Pedro es la crónica de una desgracia anunciada hace varios meses, desde que un grupo de supuestos campesinos fundamentalistas movidos por cánticos de “tierra o muerte” invadieron la propiedad privada y destruyeron a su paso plantaciones de maíz de alta calidad genética.

De esta manera, los denominados carperos reivindicaban su derecho a la tierra, generando temor entre los habitantes de la colonia Barbero e instalando una sensación latente de inseguridad en los productores agropecuarios de la zona, ingratamente visitados por estos industriales del terror.

En esta ocasión, asesinaron con increíble ensañamiento a un humilde empleado, a quien dispararon, torturaron y, no contentos con estos actos deleznables, procedieron a quemar el cuerpo mientras proferían alaridos de victoria y el vecindario se cubría la boca de espanto.

Codas había denunciado el caso desde un primer momento ante el Ministerio Público, donde hizo un relato detallado de los hechos y pidió la intervención fiscal antes de que se repita el ataque y sea demasiado tarde para evitar una desgracia, lo cual finalmente ocurrió.

La víctima de turno de este tipo de hechos vandálicos protagonizado por referentes campesinos radicalizados, vinculados a políticos, había acudido también a las redes sociales para denunciar la invasión de su propiedad y la inacción fiscal.

Pidió también a las autoridades del departamento de San Pedro y del gobierno nacional que se priorice la seguridad en el campo para trabajar y producir con tranquilidad.

“Hice la denuncia correspondiente a la Fiscalía Número 3 de San Pedro y no recibí ayuda alguna. Estoy indignado por el actuar de esta institución ya que fueron a ver mi caso y lo encajonaron. Tampoco imputaron a los invasores que se encontraban aglomerados en el entorno de mi propiedad, sin cumplir siquiera cumplir con los cuidados sanitarios por el covid”, expresó entonces Codas.

Manifestó que en la propiedad se encontraba una veintena de personas que lo denunciaban a voz en cuello por supuesto mal uso de agroquímicos.

“Es triste que pasen estas cosas en la zona, pero más triste es que las propias autoridades sean cómplices de estos actos vandálicos que destruyen el desarrollo del campo y de su gente”, lamentó Codas.

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