General Héctor Grau y comisario Nimio Cardozo, jefes de la FTC, señalados de fracasar en su intento de atrapar al EPP y de generar un escándalo internacional de impredecibles consecuencias, lamentado incluso por la Iglesia Católica.
El Arzobispado de Asunción, la más alta jerarquía de la Iglesia Católica en Paraguay, en coincidencia con instancias nacionales e internacionales de derechos humanos y en su misión cristiana de proclamar la paz y la fraternidad entre todos los paraguayos y personas que viven en este país, dio a conocer un comunicado, en la cual sienta postura sobre los graves hechos registrados el pasado miércoles 2 de setiembre en la norteña zona de Yby Yaú con el fallido intento del gobierno de atrapar al EPP y ponerlo en manos de la justicia.
“Nos preguntamos qué informaciones previas dispusieron las Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) para cumplir dicha tarea militar, y cuáles fueron sus resultados”, expresa el documento que, en el mismo sentido que las incontables expresiones críticas sobre el operativo, pone en tela de juicio la capacidad profesional de los militares y policías paraguayos que integran la fuerza de élite encargada de restablecer la seguridad en el norte.
Tras manifestar su “total desacuerdo con la despreciable utilización de niños para acciones delictivas”, la Iglesia paraguaya expresa su “pesar y desacuerdo con la despreciable utilización de niños para acciones delictivas”.
“También nuestro pesar “por dos niñas inocentes usadas como carne de cañón, cuyos nombres e identidad, por ser menores, no se deberían haber publicado”, alega el documento.
En alusión implícita al ilegal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), los obispos del país piden que los grupos violentos, y quienes los apoyan, recapaciten en sus actitudes.
Hacen también un vehemente llamado a la paz y al diálogo como único camino para encontrar soluciones a los distintos problemas que enfrenta el Paraguay.
“Nuestras oraciones a nuestro Padre Dios de misericordia, en condolencia con las familias enlutadas, y por la conversión al respeto, al sentido humano, a la
verdad y a la justicia de todo grupo violento y destructivo”, puntualiza el comunicado del Arzobispado de Asunción.