Las Fuerzas Armadas de nuestro país lucen raquíticas y muy debilitadas, por lo cual urge una revisión total de su estructura para diagramar un cuerpo de seguridad moderno y eficiente, que presente respuesta las veces que el país lo reclame, opinó el general Liseras.

El general retirado Carlos Liseras realizó una radiografía de la situación del ejército paraguayo con relación a los desafíos de cuidar la soberanía y la seguridad nacionales, con el agravante de la amenaza que significa la presencia cada vez más fortalecida del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en el norte del país.

“Por encima del análisis detallado que amerita el tema de la insurgencia y el marco de temor generalizado en el país, es oportuno analizar la situación de las Fuerzas Armadas de la nación, que se encuentran en una situación raquítica, muy debilitada en todos sus ámbitos, por lo cual merece una reprogramación urgente para amoldarla al ideal de una fuerza pública moderna y eficiente, que presente respuestas a la hora que se le tenga que pedir cuentas”, afirmó el militar.

En entrevistas por medios radiales y televisivos, evacuó su punto de vista con respecto al papel de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en su misión casi exclusiva de erradicar el EPP, y en ese sentido puso el dedo en la llaga del gobierno nacional al afirmar que la mala política pública de seguridad arrastra indefectiblemente al fracaso de las instancias vinculantes, como en este caso la fuerza pública instalada en el norte.

“Por ahí debe comenzar el análisis, si queremos saber exactamente dónde, cómo y por qué estamos así”, apuntó Liseras.

Reconoció el protagonismo de los militares y policías instalados en la “zona roja” de la Región Oriental como garantías de paz y seguridad, de frente a la decepción generalizada provocada por su ineficiencia, a pesar de los 14 millones de dólares anuales de presupuesto.

“Ellos, poco o nada podrán hacer mientras los actores políticos encargados de las políticas de Estado no establecen una hoja de ruta confiable, sincera y amoldada a los intereses del país. Hay que recordar en este punto que las fuerzas públicas constitucionalmente no son deliberantes y están para cumplir órdenes de arriba, en su caso de la comandancia en jefe de las Fuerzas Armadas, que es ejercida por el presidente de la República”, recalcó el militar, reconocido por su vasta formación profesional.

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