El equipo de intervención detectó numerosas anomalías, algunas de ellas de contenido penal, durante la gestión del actual presidente de la ANDE en la agencia regional Alto Paraná. El Ing. Sosa está en la mira de la CGR por adjudicar en tiempo récord una licitación a la oferta más cara, con una diferencia de 6 millones de dólares en perjuicio de la institución.
Un catálogo de irregularidades, algunas de ellas de implicancia penal, detectó un equipo de intervención de la ANDE en la agencia regional Alto Paraná durante la gestión del Ing. Félix Sosa como director de esa dependencia fronteriza.
La intervención fue ordenada por el entonces titular del ente energético, Ing. Luis Villordo, como respuesta a una serie de anomalías denunciadas por usuarios y funcionarios, relacionadas con la mala gestión operacional y administrativa del Ing. Sosa, quien ha permanecido en su cargo a pesar de las irregularidades documentadas por el equipo auditor, e incluso fue premiado como presidente de la ANDE por el Poder Ejecutivo, que no tuvo en cuenta el perfil inadecuado del jefe regional a la hora de seleccionar a personas con méritos y aptitudes para el importante cargo.
El resumen ejecutivo del informe dado a conocer en abril pasado pone énfasis en el diagnóstico, decisiones y orientaciones incorrectas de la Regional Alto Paraná desde el punto de vista de la administración de contratos.
A más de ello, se evidenció la casi nula capacidad de control de trabajos del personal propio y de las empresas contratistas, sumada a severas deficiencias en áreas clave como la atención de reclamos, poda de árboles, combate a la morosidad y pérdidas de energía eléctrica, ante los cuales no se aplicaron los procedimientos institucionales.
“Ante la falta de controles y respeto a procedimientos o prácticas institucionales, se ha evidenciado la actuación extralimitada de funcionarios en relación a las atribuciones asociadas a la función desempeñada, con resultados negativos en la gestión, imagen, transparencia y finanzas de la ANDE”, sostiene la auditoría de gestión.
Añade que también son motivo de reproche la alta morosidad y pérdidas en incremento, con estrategias que no apuntan al control y disminución.
Atención mínima y deficiente de los territorios sociales con propuestas insuficientes e inaplicables a algunos segmentos de casos existentes, además de redundancias en sistemas utilizados para una misma operación con nula integración de las bases de datos, permitiendo mucha discrecionalidad humana y favoreciendo el descontrol, figuran en el combo de irregularidades.
Otras anomalías detectadas han sido la insuficiente dotación de recursos humanos para una eficiente gestión en las distintas áreas de la agencia regional, no solo en sectores técnicos operacionales sino en la parte administrativa.
“La insuficiencia de materiales en depósitos regionales dificulta la rápida reposición de los componentes en casos de averías en las redes, problemática que se ve agravada por la gran extensión del área de influencia de la agencia regional”, menciona igualmente el informe.
De acuerdo a los datos, el Ing. Sosa figura en una asociación ilícita conformada igualmente por jefes y funcionarios de rango de la agencia regional con sede en Ciudad del Este para “bicicletear” recursos de la ANDE, que solo en diciembre pasado generó daño patrimonial por 1.000 millones de guaraníes, y la suma alcanzaría registros exorbitantes si se tienen en cuenta los pasivos acumulados de forma irresponsable, negligencia o malintencionada durante todo el tiempo que el equipo liderado por el Ing. Sosa permaneció al frente de la agencia regional Alto Paraná.
El Ing. Sosa está en la mira de la Contraloría General de la República por haber adjudicado en un récord de 6 días, desde que asumió su actual cargo de titular de la ANDE, una licitación calificada de amañada para funcionarios de alto rango del ente energético.
Se trata de la licitación 1495/19, que violó varios puntos de la Ley de Contrataciones Públicas y del propio Manual de Gestiones de la ANDE para adjudicar contra viento y marea a la oferta más cara, con una diferencia abismal de 6 millones de dólares a favor de la empresa amiga.