«Padecemos de una complaciente dirigencia del Partido Colorado que en vez de encarar una oposición responsable ante las denuncias de los actos de corrupción municipal ha preferido un silencio cómplice y de vergonzoso acomodo político«, disparó el intendentable.
Tambores de cambio resuenan en el espectro político emboscadeño con el desembarco del movimiento político Dignidad Colorada, en busca de la alternancia en el gobierno municipal con la candidatura a intendente del abogado Severiano Riveros. En entrevista con el diario La Mira, el intendentable esboza la situación de crisis en que se encuentra la ciudad, y la necesidad de rectificar rumbos a través del voto consciente.
– ¿Por qué, o para qué, decidió lanzar su candidatura a intendente municipal?
– Mi candidatura responde a la necesidad de dar respuesta al descontento generalizado de la ciudadanía: Emboscada no puede seguir relegada a vivir en el atraso en pleno siglo XXI. Los emboscadeños de bien estamos cansados de décadas de miseria, corrupción y promesas incumplidas por parte del mismo clan político. Emboscada está gobernada por una familia desde hace 25 años, cuya conducción ha fracasado, dilapidando en todos estos años sumas multimillonarias del dinero público como producto de su nefasta administración.
– ¿Cuál es el protagonismo de la oposición colorada ante todos estos hechos?
– Padecemos de una complaciente dirigencia del Partido Colorado, que en vez de encarar una oposición responsable ante las denuncias de los escandalosos actos de corrupción municipal ha preferido un silencio cómplice y de vergonzoso acomodo político.
– ¿A quién culpar?
– Principalmente, a la corrupción y la impunidad, que según la óptica generalizada son las principales causas del lamentable estado de abandono al que se ha condenado a nuestra ciudad, a pesar de disponer de cuantiosos recursos.
– Existen mecanismos para generar o conseguir recursos para desarrollo e infraestructura.
– El problema no es precisamente la plata. El problema es la gestión.
– ¿Cuál es la situación declarada en materia de bienestar ciudadano?
– Emboscada está estancada. La calidad de vida de la ciudadanía fue degradada a niveles indignos: sufrimos la falta de agua, pésima atención en el centro de salud, deficiente servicio del transporte público y de la energía eléctrica, como baja tensión y cortes frecuentes, por citar algunas de las calamidades que padecemos en carne propia.
– ¿Su crítica es meramente descriptiva, o tiene un perfil protagónico?
– Ante la falta de respuesta de las autoridades, participé activamente todos estos años atacando la corrupción desde distintos espacios esperando infructuosamente una señal de cambio. Esto me obligó a dar otro paso más, cumpliendo con mi deber de ciudadano, y participar activamente en la vida económica y política de mi comunidad con el fin principal de conseguir una mejor calidad de vida para todos mis conciudadanos.
– ¿De qué forma o con qué estrategia política?
– Recurrí a personas que no están relacionadas con la vieja estructura política colorada, de forma a aprovechar la capacidad y el espíritu renovador de jóvenes profesionales, sumando su ímpetu al testimonio de vida de meritorios luchadores con quienes, en unidad de criterios, podemos llegar al objetivo de cambiar la lacerante situación que arrastra dolorosa y vergonzosamente nuestra comunidad.
– ¿Cuál es su propuesta?
– Dignidad Colorada propone y promueve un modelo de gestión diferente, basado en la honestidad, la eficiencia y la transparencia. El elector se merece una alternativa digna.
– ¿Qué destino le depara a la ciudadanía?
– Con su voto, el pueblo emboscadeño decidirá si quiere seguir padeciendo en el centro de salud, si quiere seguir mendigando por un balde de agua, si quiere continuar sufriendo indefinidamente los continuos cortes de luz, y si quiere arrastrar el pésimo servicio del transporte público, entre tantos otros sufrimientos de que es víctima hace años y años por parte de la misma familia que gobierna nuestra ciudad sin ninguna esperanza de mejoría.
– ¿En qué se basa la economía de la gente?
– La gran mayoría trabaja en Asunción porque en Emboscada no hay fuentes laborales y la única actividad rentable es la explotación de la piedra. Después de largas postergaciones, ninguneo y discriminación, los cantereros tienen ahora la opción de cambio, o continuar sin ayuda ni asistencia de parte de las autoridades municipales. Los votos van a decidir también si los niños de las escuelas van a seguir siendo privados del almuerzo escolar a pesar de haber dinero para el efecto en la cuenta bancaria de la municipalidad.
– ¿Estamos hablando de una opción de valor?
– Así es. Está comprobado que la alternancia es el camino al progreso y el desarrollo de todos, no de unos pocos privilegiados. Es hora de hacer cambios profundos en esta sociedad desorganizada y desamparada.