Rabiosa y pertinaz en el estrado, a la hora de la verdad Desirée desapareció de las calles, al igual que sus colegas médicos de la izquierda, dejando de a pie a los manifestantes y exponiendo aún más la desprotección de los olvidados.
“¿Dónde están todos?”. Este significativo texto, contenido en letras borrosas pero iluminadas de realismo en un cartel que portaba una entusiasmada joven en el entorno del Congreso paraguayo, que hace semanas es espectador pasivo de un movimiento popular cargado de dramatismo por la situación del país, enmarca el distanciamiento real que expone la clase política con relación al clamor ciudadano.
Los políticos se han borrado de las calles y las plazas, donde está concentrado el pueblo rebelado contra el fracaso del sistema.
Ningún representante de partido o movimiento político alguno, de los tantos que pululan por ahí en busca de beneficios, ha mostrado la cara durante todos estos días, en una muestra irreverente de desprecio y ninguneo a los intereses de la ciudadanía, que en este caso exige la renuncia o destitución vía juicio político del presidente de la República Mario Abdo Benítez y del inoperante e igualmente ausente vicepresidente, Hugo Velázquez.
“Ya saldrán de sus madrigueras estos auténticos roedores a la hora de pedir votos para poder seguir con el festín”, afirmó intimidante el indignado José Luis Mongelós durante la concentración realizada este martes en la Plaza de la Democracia.
Criticó con acidez el doble discurso de los senadores y diputados de la nación, “que hacen alarde de patriotas y defensores de los derechos de los débiles y marginados, pero a la hora de la verdad son harina del mismo costal, defendiendo intereses sectoriales o particulares, privilegios y acomodos, postergando indefinidamente las necesidades del pueblo abusado”.
“¿Dónde están los médicos de Frente Guasu que no se les ve en los hospitales asistiendo a los enfermos del covid?”, expresa otra pancarta exhibida por un estudiante que revela el grado de ninguneo de estos profesionales devenidos en políticos a una necesidad lacerante en el sistema de salud pública.
El luguista Frente Guasu cuenta en su plana dirigencial con varios médicos (Carlos Filizzola, Esperanza Martínez, Jorge Querey), mientras otros doctores en medicina de partidos de izquierda como la polémica Desirée Masi, Aníbal Carrillo Iramain, Lilian Soto, etc., no han aparecido siquiera para exteriorizar una palabra de aliento a los compatriotas postrados en los hospitales, y mucho menos para llevar asistencia en estos duros momentos de necesidad.