Como un mercado persa, las personas se aglomeran en busca de un colectivo que les ayude a abandonar la ciudad durante esta Semana Santa. En Asunción no hay nada y en el interior al menos tenemos comida en abundancia, expresan los viajeros.
Las redes sociales estremecieron estos días luego de que salieran a la luz pública detalles de personas que, acudiendo a todo tipo de esfuerzo se dio una pausa en su rutina de diario sacrificio de vida para abordar a como dé lugar algún colectivo que les lleve al interior, donde viven familiares que con gusto les acogerán en estos días santos, como es tradicional en la cultura paraguaya.
“Dejamos todo y nos vamos”, espetó una señora cargada de bultos en la Terminal de Ómnibus de Asunción, mientras otros centenares de viajeros pugnaban por subir a los buses, que tuvieron carga blanca hasta el pasado fin de semana, a pesar de estar en plena vigencia el nuevo decreto sanitario que, entre otros condicionamientos, pone límites para el tránsito vial, tanto los de larga como los de media y corta distancias.
“Qué quieren que hagamos, que quedemos en nuestras casas a pasar hambre, porque por acá no hay ninguna posibilidad de ganancia extra o changa, y esperar que el gobierno provea alimentos a la gente humilde es imposible”, disparó una mujer cargada con hijos al ser abordada por un medio de prensa.
Un hombre de 51 años, identificado como Aníbal Torres, criticó con dureza el decreto del gobierno y dijo que, en el fondo, muestra buenas intenciones al tratar de evitar el contagio de la gente, pero que “en la realidad no aporta nada para los que queremos quedarnos en nuestras casas sin nada que comer”.
“Nos vamos a la casa de mis padres en Santa Clara (departamento de San Pedro), donde nos esperan con los brazos abiertos con abundante comida, y también podremos realizar caminatas al aire libre, bañarnos en los muchos arroyos limpios de la zona, y tantas otras cosas que no podremos hacerlos por acá, donde solo se ve miseria por todos lados”, expresó dolorido Oscar Recalde, acompañado de esposa e hijos en la Terminal de Asunción.
Otra madre dijo que “si tuviéramos plata como tienen los del gobierno íbamos a pagar Uber y se terminaba el problema”.
Observó que en el interior del país hay menos posibilidades de contagio, y que aún así la gente se cuida y trabaja “porque no hay otra manera de sobrevivir”.