La manifestación en el Día del Trabajador, por segundo año en modo covid, disparó munición gruesa contra el gobierno de Marito, a quien acusan de llevar al país al desastre moral e institucional debido a la corrupción y la ineficiencia. «Mientras ello roban, el pueblo muere», lamentaron.
Por segundo año consecutivo debido a la pandemia, trabajadores y obreros organizados realizaron actos de recordación del Día del Trabajo en modo covid, a pesar de lo cual adherentes de la Corriente Sindical Clasista (CSC) se reunieron en el entorno del Panteón Nacional de los Héroes, donde reprendieron al gobierno nacional, y al Estado en general, por la falta de políticas que salvaguarden los derechos humanos del trabajador, que hoy día sufre los efectos de la devastación económica, sumada a la política corrupta, prebendaria e impune.
“La pandemia, una vez más, vino a desenmascarar la falta de una política de Estado con relación a los intereses nacionales; por eso, muchos pobres están muriendo sin atención ni medicamentos ni vacunas”, afirmó el dirigente histórico de la CSC, Eduardo Ojeda.
“En el gobierno de Abdo Benítez, los politiqueros, la mayoría del Poder Legislativo, los jueces y ministros corruptos del Poder Judicial y el Ministerio Público hacen acuerdos entre cuatro paredes y se protegen entre sí; se encubren para robar dinero público, negocian y se reparten discrecional y criminalmente los intereses y recursos de la nación, roban los recursos que podrían salvar vidas en esta pandemia. Hacen negocios, se reparten los negociados y las tercerizaciones en el IPS”, disparó Ojeda.
Añadió que uno de los más grandes patrimonios físicos del país está en grave peligro, en referencia a la Itaipú.
En una especie de autocrítica, motivada en la falta de cohesión sindical por culpa de algunas agrupaciones “vendidas al gobierno”, señaló que el sector obrero abusado en sus derechos necesita de una organización seria que sea herramienta de lucha combativa y coherente contra las patronales respaldas por el Ministerio de Trabajo a cargo de Carla Bacigalupo.
En vista a la situación declarada, los trabajadores pidieron construir sin más demora un gobierno de emergencia nacional, que apunte al desarrollo nacional, el fin de los privilegios, cárcel para los corruptos, trabajo para el pueblo y remedios para los hospitales, entre otras reivindicaciones.
En la oportunidad, también denunciaron el empeoramiento de la crisis de la clase obrera y los trabajadores en esta pandemia, con 6.000 muertos hasta el momento que podían haberse evitado si no había tanto robo y antipatriotismo de las autoridades nacionales.
“Los pobres morimos en los pasillos de los centros hospitalarios y muchos mueren en sus casas ante la imposibilidad de acceder a la atención; en estas condiciones, también sufren los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS), donde siguen robando impunemente ante la miopía y sordera del gobierno que de esta manera se convierte en cómplice”, tiroteó Ojeda, en representación de sus compañeros trabajadores.
Acerca de la crisis sanitaria, dijo que la especulación del Gobierno con la demora en la adquisición de las vacunas contra el coronavirus prolonga el peligro de más fallecidos en la población.
“Las condiciones laborales empeoran, los cierres de los puestos de trabajo son masivos e históricos, con miles de despidos y suspensiones laborales. La asistencia del Estado no llega, y de esta manera nuestros compatriotas están en la calle, sin la posibilidad de llevar el pan a su familia. Estamos acusando en carne propia la inutilidad de este gobierno entreguista, corrupto y declaradamente inútil”, recalcó.