La diosa Astrea es avergonzada, una vez más, como víctima de la perversión de jueces y fiscales arrodillados a los González Daher que, por acción u omisión, dejaron en la calle a miles de víctimas de los préstamos usurarios otorgados a espaldas de la ley.
“Yo no fui”.
Con esta lacónica respuesta, un par de fiscales señalados extraoficialmente de pertenecer, por acción u omisión, a la mafia descarada de aprietes y estafa del clan González Daher, trataron de justificar sus fechorías que, de lejos, tempranamente les convierte en parte del añejo esquema que perduró durante varios años sin que ninguna autoridad judicial o fiscal se animara a echarle al guante sino dejarlo pasar como si las lágrimas derramadas por las víctimas fuera apenas un eslabón para el anecdotario.
Decenas de fiscales y jueces figuran en la lista de arrodillados a la familia de pérfidos usureros que, valiéndose del poder político y el “aguante” a las finanzas de los administradores de justicia, lograron instalar un negocio diabólico donde los prestamistas ponían a la práctica un exitoso sistema de engaño al cliente (víctima) que, tarde o temprano, terminaba con apropiarse de las garantías, generalmente propiedades valiosas que caían casi gratis en manos de la malvada familia GD y sus amigos jueces y fiscales.
“Estos fiscales y jueces malditos no deberían estar un solo días más en sus cargos”, disparó el pasado viernes un emblemático perjudicado por el esquema de los González Daher, tras señalar que, si no fuere por la intervención direccionada de estos malos asistentes de Astrea, no hubieran experimentado el viacrucis que, a muchos de ellos, les llevó a la tumba.
Tempranamente, los abusadores del poder y la confianza instalados en la justicia esquivaron su responsabilidad en los hechos, en una reacción natural que, sin embargo, debería recibir una respuesta contundente y sin contemplaciones de las instancias superiores de justicia a través de la investigación inmediata de las declaraciones juradas, bienes, cuentas bancarias y otras señales inequívocas de riqueza malhabida.
“Si la justicia paraguaya realmente está preocupada por el esquema González Daher, debería separa sin más demora a los corruptos jueces y fiscales que se prestaron a las maniobras dolosas”, opinó otra víctimas de los préstamos que, según la carpeta fiscal, consistía en el otorgamiento rápido y sin mayores protocolos de sumas millonarias a personas en apuros financieros que, en medio de la necesidad, no dudaban en hipotecar sus pertenencias valiosas, especialmente casas, terrenos y otros tipos de valores inmobiliarios.
“Muchos jueces y fiscales exhiben abierta e impunemente en las redes sociales el fruto de su perversión en el servicio público, por lo cual no será difícil para eventuales investigadores obtener evidencias y pruebas que comprometan a los servidores de los González Daher en la mala praxis que debería llevarles directo a Tacumbú”, opina este lunes un indignado que, según afirma, ha visto cómo un vecino de Asunción era desalojado y sus pertenencias tiradas a la calle por orden de un juez abyecto y prevaricador que se mantiene impune en el cargo.