La desastrosa gestión del ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, quedó expuesta por la senadora Esperanza Martínez, quien metió el dedo en la llaga del gobierno al cuestionar el perverso esquema de la seguridad pública que hace agua impunemente.
La senadora Esperanza Martínez metió el dedo en la llaga del gobierno al criticar con severidad el esquema de seguridad pública reinante que hace agua por todos lados y permite la irrupción campante de organizaciones criminales con su secuela de daños, muerte y destrucción.
“Nos encontramos en una situación de abandono total por parte del Estado inficionado por la corrupción. De esta manera, organismos públicos como Migraciones, Policía Nacional, Poder Judicial, Fiscalía, Ministerio del Interior, por citar los más comprometidos, están totalmente vulnerables para la penetración de grupos mafiosos que controlan a placer, por eso este narco (en alusión al capo mafioso José Luis Bogado Quevedo, herido el domingo en el festival de San Bernardino) estaba blindado para todo tipo de control, bien protegido por quienes deberían haberlo detenido hace años en cumplimiento de la orden de captura internacional por narcotráfico”, disparó la senadora de Frente Guasu.
Abundando en detalles sobre la patente impunidad de Bogado Quevedo, se preguntó: “¿Cómo pudo haber estado operando con tarjetas de crédito? ¿Cómo es que nunca nadie le buscó? ¿Por qué, de qué manera y quiénes le dejaron vivir tranquilamente todos estos años, desde el 2014? ¿Para qué sirven entonces los rígidos esquemas y protocolos de la inteligencia nacional?”. Me pregunto cuántos sicarios más estarán escondidos por ahí a la espera de actuar. Cualquier cosa se puede esperar con este esquema de seguridad fracasado”, alegó.