Fotografía viralizada por las redes sociales y ocultadas por la prensa acerca de la naturaleza desviada del nuevo embajador norteamericano, que esta semana arriba a Paraguay en medio del rechazo generalizado de los pro-vida y pro-familia.
Esta semana llegará a nuestro país el nuevo embajador de Estados Unidos de América, Marc Ostfield, nombrado por el presidente Joe Biden para representar al país más poderoso de la tierra en uno de los países más atrasados y corruptos del mundo.
El arribo de Ostfield fue recibido en medio de muestras de enfado y contrariedad, debido al riesgo que representa para la familia tradicional cristiana el desembarco de un desviado sexual que públicamente ha reconocido su condición de casado con otro hombre.
“Se trata de un golpe bajo a la gran mayoría del pueblo paraguayo que rechaza el homosexualismo y cualquier otro tipo de desviación sexual”, opina en su sitio social este lunes Analía Mercedes Cantero, tras enterarse de la “mala nueva” del próximo aterrizaje de Ostfield a nuestro país.
“Lo que más me llama la atención es que ninguna Iglesia cristiana, de los centenares que hay en nuestro país, se ha pronunciado sobre el peligro mortal que representa para la sociedad paraguaya la llegada del embajador degenerado que, seguramente, se trae bajo los brazos la receta del Nuevo Orden Mundial donde el libertinaje sexual figura como punto clave de la agenda global”, recalca la indignada social.
Otro punto profusamente criticado es la actitud silenciosa de la Conferencia Episcopal Paraguay (CEP).
“Estos obispos son muy bravos para defender supuestamente el valor de la familia como base indelegable de la sociedad, pero a la hora que se les necesita para hacer frente a los anti-familia, como estos nuevos diplomáticos norteamericanos que están llegando, se llaman a un sepulcral silencio. Hipócritas”, dispara Miguela Ortiz Paiva tras declararse pro-vida, anti-aborto y contraria a toda forma de desviación sexual.