Lovera Cañete activa el disparador contra el esquema de corrupción instalado en IPS que ha adjudicado a empresas amigas en perjuicio directo de las finanzas institucionales. «El mismo esquema de Benigno López sigue vivito y coleando», disparó.
Las irregularidades, negociados e impunidad rampante en el Instituto de Previsión Social (IPS) no dejan de sorprender, como ocurre nuevamente con una licitación para el servicio de seguridad donde han sido adjudicadas 4 empresas amigas con presupuestos que superan por montos multimillonarios la inversión en agentes de la Policía Nacional que realizan el 50 por ciento del servicio.
El monto de adjudicación a las empresas Sevipar, Tapití, Segurity y Wahson es de G. 35.443.875.352, que supera significativamente la disponibilidad presupuestaria institucional de G. 15.000 millones, según informe del jefe de Ejecución y Control del IPS, contador público Federico Giménez.
El economista Sergio Lovera Cañete, presidente de la Asociación de Funcionarios Profesionales del IPS, cuestionó la operación que, nuevamente, permite el enriquecimiento de empresas amigas y perjudica enormemente las finanzas institucionales en perjuicio de la calidad de los servicios a los asegurados e hipotecando el futuro de miles de jubilados, entre otros perjuicios impunes.
“¿Cómo puede el IPS adjudicar G. 35.000 millones, que corresponden al 50% del servicio, si cuenta con una disponibilidad presupuestario de G. 15.000 millones?”, cuestiona Lovera Cañete, tras recordar que se trata del mismo esquema practicado por el expresidente Benigno López, quien adjudicó el servicio de limpieza por G. 123.000 millones con una disponibilidad presupuestaria de apenas G. 4.000 millones.
El presidente actual del IPS es el Dr. Vicente Bataglia, a quien señala de continuar con el mismo esquema de perversión financiera institucional a través de licitaciones amañadas y sobrefacturadas.
“Bataglia no solo aprobó y se convirtió en protagonista cómplice del negociado feroz en el tema del servicio de seguridad, sino ha solicitado préstamos en diferentes bancos para cubrir la diferencia (coima) de 5 por ciento que existe entre los millones adjudicados y el monto disponible”, recalcó el denunciante.
Lovera Cañete explicó a La Mira que esta operación específica, realizada a contramano de cualquier esquema financiero saludable, implica en los hechos otro golpe feroz a las arcas institucionales porque el préstamo fue realizado con un interés de 6,6%, “mientras la plata del IPS está colocada en los mismos bancos a un interés de 1,7%, arrojando la operación una diferencia de 5% (G. 15.000 millones), que viene a ser la coima millonaria para los amigos”, alegó.
“Aparte de adjudicar licitaciones flagrantemente direccionadas y sobrefacturadas, el presidente del IPS, con la complicidad de los consejeros, asume una deuda millonaria para el IPS, en una operación perjudicial para los intereses institucionales pero harto beneficiosas para los amigos”, disparó Lovera Cañete.