En este ambiente de terror ambiental conviven los vecinos del barrio vip, que pagan sumas exorbitantes por impuestos que no son invertidos en el mejoramiento de las calles. «Vivimos como chanchos», se quejó una indignada.

Vecinos del residencial barrio San Jorge, de Asunción, han perdido la paciencia y salieron a denunciar este viernes el estado de precariedad aldeana en que son obligados a convivir debido a la gran cantidad de baches y agua sucia que se extienden por esta zona considerada vip que en los hechos más se asemeja actualmente a un gran chiquero, coincidieron en afirmar los afectados.

“Estamos hartos y cansados de denunciar en las instancias, y por las vías correspondientes, este estado de calamidad pública en que nos encontramos”, afirmó una ama de casa.

Añadió que la situación la vienen arrastrando desde el año pasado, y en todo este tiempo solo han recibido promesas de parte de las instituciones responsables, en este caso la Municipalidad de Asunción y la Essap.

“Es increíble la falta de empatía de nuestras autoridades con los reclamos de la gente. Nosotros no pedimos nada de otro mundo, solo vivir en un ambiente digno, lo cual nunca será posible con las calles desastrosas y abandonadas en que nos encontramos”, disparó otra vecina.

De acuerdo a los datos, las calles en estado calamitoso son, Capitán Leonardo Britos, Mayor Leandro Aponte, Capitán Pedro Martínez y Obispo Basilio López y, en igual o menor medida, las demás calles del barrio ubicado en el exclusivo triángulo vip de la capital, conformado por las avenidas Aviadores del Chaco, Madame Lynch y Santa Teresa, presentado con gran pompa ante empresas de márketing como la “Manhattan” de Asunción.

Los afectados coinciden en afirmar que el año pasado, en coincidencia con la campaña electoral de candidatos a concejales, extrañamente el barrio presentó cara decente, pero con el correr de los meses, cuando los ediles ya se instalaron en sus respectivos curules, la situación volvió a fojas cero cuando los “representantes del pueblo” instalados en la Municipalidad se tornaron sordos, ciegos y mudos ante los reclamos y pedidos de socorro vial.

“Una vez más, se burlaron de todos quienes les votamos encandilados por sus promesas doradas, que resultaron una desilusión mayúscula”, disparó la afectada Ana Lucena, tras recordar el viacrucis que realizaron en todo este tiempo para cumplir con las exigencias municipales de reclamos, “que al final no sirven para nada, y la mejor muestra de ello es este ambiente insalubre, tóxico y peligroso en que nos encontramos las familias, donde existen muchos niños y personas en situación de vulnerabilidad”.

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